Mi espíritu se mece como un mástil, obras de teatro en el tormentoso cielo y, al igual que las velas hinchadas por el viento, se llena mi imaginación.
Adam Mickiewicz
El cine te hace estar en lugares imposibles.
Álex de la Iglesia
Cuando un escritor principia a comerciar con su ingenio, no tarda en suspender los pagos.
Armando Palacio Valdés
La esencia de la juventud, por supuesto, es un juego, que mis amigos y yo hicimos sin cesar en las calles que a regañadientes compartimos con el tráfico.
Bill Cosby
Si hay un Dios, ¿de dónde proceden los males? Y si no existe, ¿de dónde se originan los bienes?
Boecio
Para él la costumbre era la verdadera prueba de toque: Esto debe estar bien hecho; lo hice así siempre, desde joven.
George Crabbe
Los árboles esperan: tu no esperes, éste es el tiempo de vivir, el único.
Jaime Sabines
El oro que se adquiere sin trabajo no hace más que dar lustre a la miseria del que lo posee.
José María Luis Mora
Los esfuerzos de todos los profesionales de la prensa van dirigidos a utilizar todos los medios técnicos y organizativos a su alcance para construir una reproducción que tome un cariz de verdad para el público, pero sin que por ello queden en entredicho los intereses de los clientes, de la industria o de los partidos políticos.
Kurt Tucholsky
El silencio eres tú: cuerpo de piedra.
Manuel Altolaguirre
Los días pueden ser iguales para un reloj, pero no para un hombre.
Marcel Proust
La doctrina dogmática suele decir que la realidad es así, y le creemos a tal punto que no tenemos que pensarla más. Eso es conformismo y contra eso estoy.
Rosa Montero
Solamente este catolicismo nos salva del nazismo.
Sigmund Freud
¡demasiado, demasiado, demasiado... (agregar el adjetivo)!
Viviana Canosa
Hay muchas formas, pero sólo dos clases de gobierno: el libre y el despótico. En el primero, el pueblo tiene sus representantes; en el segundo, no.
Walter Savage Landor
Mediten, hagan de la práctica diaria de la meditación, es laforma de estar conectados con la fuente. Lo único que no puedeser dividido es el silencio, que al dividirlo solo hay silencio,
Wayne Dyer