Voy a través de trillones de moléculas, que se corren a un lado para hacerme lugar mientras que a ambos lados, trillones más se quedan donde están. La escobilla del limpiaparabrisas comienza a chirriar. La lluvia ha parado. Yo he parado. En la esquina un chico con un impermeable amarillo agarrado de la mano de su madre.