En la escuela es donde empezamos a dejar nuestra propia personalidad.
Achille Tournier
Has visto lo que hace la gente sin un liderazgo. Se devoran los unos a los otros.
Ed Harris
¿Quién se revela? ¿Quién se levanta en armas? El esclavo raramente, pero casi siempre el opresor convertido en esclavo.
Emil Cioran
Para vencer -lo que sea- no hay como el valor. El valor ataca incluso a la muerte, pues dice: ¿Fue esto la vida? ¡Muy bien! ¡Otra vez!
Friedrich Nietzsche
No frecuentes las malas compañías, no sea que aumente su número.
George Herbert
Los hombres y las mujeres a veces descubren que es difícil encontrar a la pareja deseable para el matrimonio. Puede ser cierto. Pero hay otro componente en la situación: no es suficiente encontrar a la persona adecuada, nosotros debemos ser la persona adecuada.
H. Jackson Brown
Lo que es contrario a la naturaleza no es bello.
Isadora Duncan
Los gobiernos son velas; el pueblo, el viento; el Estado, la nave, y el tiempo, el mar.
Ludwig Börne
En referencia al código genético del ADN: Es tan eficaz, que toda la información que se precisa para dar las especificaciones del diseño de todas las especies de organismos que han existido en el planeta podría colocarse en una cucharilla, y aún sobraría espacio para incluir los datos de todos los libros que se han escrito.
Michael Denton
Vuelas por encima de cada mentira arrepentida.
Shinoflow
Un escritor es alguien para quien la escritura es más difícil de lo que es para otras personas.
Thomas Mann
La ignorancia es la carga más pesada. Pero quien lo lleva no lo siente.
Valeriu Butulescu
No hay nada sin separación.
Vinicius de Moraes
La única salvación para los vencidos es no esperar salvación alguna.
Virgilio
Las oscilaciones salvajes en los precios en parte tienen más que ver con el comportamiento lemmings de los inversores institucionales que con los resultados obtenidos por la compañía.
Warren Buffett
Al frente de la pequeña columna iba un SS que, como buen alemán, amaba a los niños, incluso cuando estaba a punto de verlos en camino hacia el otro mundo. Sentía especial aprecio por un muchacho de doce años, violinista, que llevaba su instrumento bajo el brazo. El SS le dijo que se pusiera en cabeza del cortejo y tocara, y así iniciaron la marcha.
Wladyslaw Szpilman