Nadie tiene la memoria suficiente para mentir siempre con éxito.
Abraham Lincoln
El remordimiento crónico y en ello están acordes todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable.
Aldous Huxley
Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer.
Domingo Faustino Sarmiento
Risas hay de Lucifer... Risas preñadas de horror... Que en nuestro mezquino ser como su llanto el placer, tiene su risa el dolor.
Eulogio Florentino Sanz
Soy prisionero del beso que nunca debiste darme.
Hayden Christensen
Nunca olvides que basta una persona o una idea para cambiar tu vida para siempre, ya sea para bien o para mal.
Joe Strummer
La fidelidad es la confianza erigida en norma.
José Ortega y Gasset
La peor prisión es un corazón cerrado.
Juan Pablo II
Cuando una no tiene demasiado interés por algo es cuando sale bien.
Keira Knightley
Yo le agradezco, en nombre de los tres comandantes y de las fuerzas armadas, que son de ustedes, no son nuestras, las fuerzas armadas argentinas pertenecen a pueblo de la nación. Esta manifestación de sentimiento y de alegría, que hoy todo el pueblo argentino comparte después de 150 años, de lamentable claudicación. Gracias Señores.
Leopoldo Galtieri
Los problemas no sólo desaparecen cuando uno los soluciona, sino cuando aparece otro mayor. A uno le deja de doler la cabeza, si le duele la muela. Ahora, esperemos que nos deje de doler la cabeza, sin que nos duela la muela.
Marcelo Bielsa
Sólo Dios sabe qué ve en él.
P. D. James
La perfecta igualdad no existe, sino entre los muertos.
Pitágoras
Mientras existimos nosotros, no existe la muerte, y, cuando existe la muerte, no existimos nosotros; por consiguiente, no hay ninguna relación real entre la muerte y nosotros; la muerte es algo que no nos atañe absolutamente en nada.
Thomas Mann
No todo aquel que comenzó con usted terminará con usted. Tienes que estar dispuesto a ir sin ellos si es necesario.
Tony Gaskins
Fue, como si la ciudad, en su convulsión y su desgracia, hubiera generado espontánea y necesariamente ese minúsculo universo del alma, unas pocas ventanas intactas cegadas con pintura negra. Nadie quería ver la ciudad destrozada.
William Gibson