El hastío es la enfermedad propia de la gente dichosa; el desgraciado no se aburre nunca, tiene demasiadas cosas que hacer.
Abel Dufresne
Eres tú, soberana de mis noches, mi constante, perpetuo cavilar: ambiciono tu amor como la gloria... ¡Y todavía más!
Almafuerte
Te quiero... gracias porque vives, porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima y porque dijiste con tu voz y tus ojos lo que yo esperaba toda mi vida.
Frida Kahlo
En algunos libros las notas marginales o los comentarios de algún lector son más interesantes que el texto. El mundo es uno de estos libros.
George Santayana
Las mujeres no advierten lo que hacemos por ellas; no notan sino lo que dejamos de hacer.
Georges Courteline
Si me fueran los tíos, Futre sería mi novio.
Jesús Gil y Gil
Que del placer que se gozó sin tasa, nadie se ha dado cuenta hasta que se pasa.
José de Espronceda
Si consideraseis cuántas necedades pueden salir de vuestra boca, seríais menos pródigos de vuestras palabras.
Jules Michelet
Actúa de la manera en la que te gustaría ser y pronto serás de la manera en la que actúas.
Leonard Cohen
No hay un solo destino, en cada vida se abre a menudo otra trayectoria que nos hace señales en la noche cuando no estorba el sol inoportuno.
Mario Benedetti
No es la escasez, sino más bien la abundancia, la causante de la avaricia.
Michel de Montaigne
El tiempo... excelente médico de nuestras pasiones.
¿Qué es lo que quiero expresar con mi trabajo? La armonía a través del equilibrio de las líneas, los colores y los aviones, pero sólo en la forma más enérgica.
Piet Mondrian
Hay que aprender a amar la necesidad, a cuidarla.
Robert Walser
El único sentido que me queda es el sentido pésame.
Roberto Fontanarrosa
Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo.
Umberto Eco