Imágenes
Es un placer atravesar el río en verano con las sandalias en la mano.
Yosa Buson
Al agua arrasa y es como de noche en cada terreno cultivado.
La más lejana luna. Atravieso un barrio pobre.
Nada más por hoy debemos entrar a la primavera nada más.
Ante el crisantemo blanco las tijeras dudan un instante.
Está pasmada de pobreza esta mañana de otoño.
Flores rojas de ciruelo; el sol poniente ataca pinos y robles.
Caen las flores del cerezo y entre las ramas aparece un templo.
Me lavo los pies el agua sale de la cubeta ¡cómo la primavera!
Sin alojamiento. La hilera de casas brilla en la nieve.
Atardecer otoñal. La soledad también es bienestar.
Sobre el mar el atardecer en la red de la neblina.
Puse el calentador en mi pecho. Pero mi corazón estaba lejos.
En la nieve las luces de la hilera de casas que me cerraron la puerta.
El viento de otoño sacude al espantapájaros y pasa.
Aún más conmovedoras A la luz de linternas Las oraciónes en noches frías.
Sopla el poniente, y al oriente se apilan las hojas secas.
Barriendo hojas dispersas en el cortejo fúnebre se va la primavera.
Un caracol un cuerno corto y el otro largo. ¿Cuál es el problema?
Las noches de los hombres de antes fueron iguales a las mías esta noche de lluvia fría.
Murió el ciruelo y sus flores ¡el sauce en su soledad!
En noches breves la aterciopelada oruga detiene las perlas del rocío.
Esta mañana El sol salió de la cabeza de una sardina.
La luna pasa al oeste. La sombra de las flores se estira al este.
Los días lentos se apilan, evocando un viejo antaño.
La tos ronca del abad. El canto del hototogisu.
Un aguacero. Se agarran a las hierbas los gorriones.
Para el que parte para el que se queda dos otoños.
No hay hoja que se mueva. Temor reverencial, en la arboleda de verano.
Un fuego moribundo. Pero súbitamente la cacerola se pone a hervir.
Cada mañana ¿dónde va pensativa la primavera?
Al trabajo de la tierra desde las alturas del templo viene el canto del gallo.
Sobre la imagen santa se permite un excremento la golondrina.
El mar en primavera se levanta y cae a lo largo del día.
Ella cae la flor de la camelia a lo más negro del viejo pozo.
Viento del atardecer. Se ondula el agua alrededor de la garza.
Esta noche oscura La cubierta del calendario llega a su fin.
Ruido de serrucho esta media noche de invierno ruido de pobreza.
Por el río en invierno flotan a la deriva las ofrendas florales del Buda.
Bajo la brisa del atardecer el agua chapotea en las patas de la garza.