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Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo.
Yibrán Jalil Yibrán
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Amar a la vida a través del trabajo, es intimar con el más recóndito secreto de la vida.
El ojo del ser humano es como un microscopio que le hace ver el mundo más grande de lo que realmente es.
Y he hallado libertad y salvación en mi locura, la libertad de estar solo y salvo de ser comprendido, ya que quienes nos comprenden... esclavizan algo nuestro.
El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría.
La gloria es la sombra de una pasión situada en la luz.
Las personas melancólicas gozan lamentándose los secretos del corazón.
Si no puedes trabajar con amor sino sólo con desgana, mejor será que abandones el trabajo y te sientes a la puerta del templo a recibir limosna de los que trabajan con alegría.
Del sufrimiento han emergido las almas más fuertes. Los caracteres más fuertes se forjan a base de cicatrices.
Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara.
La soledad es un consuelo para un alma entristecida, que aborrece a los que la rodean igual que un ciervo herido abandona su rebaño, para refugiarse en una cueva en la que sonará o morirá
Un desacuerdo tal vez sea la distancia más corta entre dos mentes.
Las cosas materiales matan al hombre sin sufrimiento; el amor lo reanima con vivificantes dolores.
Aquel que no usa su moralidad sino como si fuera su mejor ropaje, estaría mejor desnudo.
El amor no posee ni será poseído, porque es suficiente en sí mismo.
La vida sin amor es como un árbol sin flores o frutos.
Dios no escucha vuestras palabras, salvo cuando él mismo las profiere a través de vuestros labios.
¿Dónde puedo encontrar un hombre gobernado por la razón y no por los hábitos y los deseos?
Poeta es aquel que te hace sentir, tras haber leído su poema, que sus mejores versos aún no han sido compuestos.
Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes.
Puedes olvidar a aquél con el que has reído pero no a aquél con el que has llorado.
Nuestras palabras no son más que migas que caen del banquete de la mente.
Cava la tierra y hallarás un tesoro, sólo que debes cavar con la fe de un labriego.
El amor sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo. El amor no posee, y no quiere ser poseído. Porque al amor le basta con el amor.
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