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Aquel que te perdona un pecado que no has cometido, se perdona a sí mismo su propio crimen.
Yibrán Jalil Yibrán
No digáis: 'He encontrado la verdad', sino más bien: 'He encontrado una verdad'.
No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche.
La raíz es una flor que desprecia la fama.
Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?
Das poco cuando das tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das.
Madre: la palabra más bella pronunciada por el ser humano.
Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío.
Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto.
El amor no da ni toma nada, excepto de sí mismo.
Si encuentras un esclavo dormido, no lo despiertes; puede estar soñando con la libertad. Si encuentras un esclavo dormido, despiértalo y háblale de la libertad.
La tristeza es un muro entre dos jardines.
Cuando os separéis de un amigo no sufráis. Porque lo que más amáis en él, se aclarará en su ausencia, como la montaña es más clara desde el llano para el montañés.
Si revelas tus secretos al viento no le eches la culpa al viento por revelárselo a los árboles.
Puedes juzgar a los demás cuando te conozcas a ti mismo. Ahora dime: ¿Quién entre nosotros es culpable y cuál inocente?
Buscad el consejo de los ancianos, pues sus ojos han visto el rostro de los años y sus oídos escuchado las voces de la vida. No obstante sus consejos os desagraden, escuchadlos.
Yo os digo que la alegría y la tristeza son inseparables.
El amor y la duda nunca han estado en buenos términos.
La verdad necesita de dos hombres para ser descubierta: uno para decirla y otro para entenderla.
La generosidad es dar más de lo que puedes y la arrogancia es tomar menos de lo que necesitas.
Juzguen por ustedes mismos si pertenecen a los esclavos del ayer o a los hombres libres del mañana.
Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.
Y cuando sus alas te envuelvan, cede a él, aunque la espada oculta entre sus plumas pueda herirte.
Los espíritus melancólicos reposan al reunirse con otros espíritus afines. Se unen afectuosamente, como un extranjero al ver a un compatriota suyo en tierras lejanas. Los corazones que se unen por la tristeza no serán separados por la gloria de la felicidad.
Si abrieras realmente los ojos, y vieras, verías tu imagen en todas las imágenes. Y si abrieras tus oídos para oír, oirías tu propia voz en todas las voces.
El silencio de un envidioso está lleno de ruidos.
La belleza es la vida cuando la vida levanta el velo de su rostro sangrado.
La luz de las estrellas que se han extinguido hace años todavía nos alcanza. Igual que los hombres ilustres que han muerto hace siglos, que nos alcanzan con las radiaciones de su personalidad.
La piedra más firme de la estructura está en la parte inferior de los cimientos.
Me aparto de la gente que considera a la insolencia valor, y cobardía a la ternura. Y también me aparto de aquellos que consideran charlatanería a la sabiduría e ignorancia al silencio.
Vivir en la mente es esclavitud, a menos que la mente se haya convertido en una parte del cuerpo.
Es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os consideráis donantes, no sois más que testigos.
Fui bohemio, pero pronto me surgieron las inclinaciones familiares. Es una forma de amar que me gusta.
La fe es un oasis en el corazón, que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento.
Siempre se ha sabido que el amor no conoce su propia profundidad hasta la hora de la separación.
Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad.
La historia no se repite si no es en la mente de quien no la conoce.
Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir.
Ver que los ardiles del zorro triunfan sobre la justicia del león, lleva al creyente a dudar de la justicia.
Aquel que filosofa es como un espejo que refleja los objetos que no puede ver, como una caverna que devuelve el eco de las voces que no oye.