Imágenes
Si llegara a ver su rostro dentro de mi corazón, no querrían ya mis ojos mirar afuera.
Yehuda Haleví
Hay entre nosotros un mar de lágrimas con rugientes olas y no puedo llegar hasta ti.
Lo mismo que cruza tu imagen por mi sueño, desearía pasar yo por los tuyos.
Sé fuerte cual pantera para hacer su deseo, ágil como corzo, valiente cual león.
Desde que la ausencia se interpuso entre nosotros no he encontrado figura comprable a tu belleza.
¿Cómo he de hallar reposo tras tu partida? Al irte tú, mi corazón se fue contigo.
Te abrazaré de noche, al anhelado crepúsculo, y mi dulzura será el fruto de tus labios.
¡De ti nunca se sacian los ojos!
Las copas sin vino son pesadas, son arcilla como las vasijas de barro, mas al llenarlas de vino se hacen leves lo mismo que los cuerpos con las almas.
La ausencia amarga mi corazón al recordar el panal de miel de tus besos en mis labios.
¡Ven y deleitémonos con los amores, con néctar del paladar, pues mejores son tus caricias que el vino!
No precisa agua de manantiales, pues tiene mis ojos, ni sol, con la belleza de su figura.