Frases de Woody Allen

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Mis más sinceras excusas van sobre todo, a la familia Trokman de Detroit. Yo, yo nunca había ayudado a dar a luz a un bebé y pensé, pensé que las tenazas para el hielo eran lo más apropiado.

Vaya, si me muero mientras hacemos algo dígale al embalsamador que conserve la sonrisa de felicidad de mi cara.

El sexo es una cosa hermosa entre dos personas. Entre cinco es fantástica.

El sexo alivia la tensión. El amor la aumenta.

El amor es la emoción mas compleja. Los seres humanos son imprevisibles. No hay lógica en sus emociones. Donde no hay lógica no hay pensamiento racional. Y donde no hay pensamiento racional puede haber mucho romance, pero mucho sufrimiento.

Mi psicoanalista me advirtió de tu bisexualidad, pero eras tan guapa que cambié de psicoanalista.

No es la cantidad de las relaciones sexuales lo que importa, sino la calidad. Claro que si la cantidad es menor de una cada ocho meses yo lo pensaría mejor.

Hazlo bien y no mires con quien.

Nunca había volado antes. Esto viene a demostrar qué se puede llegar a hacer cuando se es un psicótico.

Yacerán juntos el león y el cordero, pero el cordero no tendrá mucho sueño.

En mi casa mando yo; mi mujer simplemente toma las decisiones.

La muerte de Freud, según Ernest Jones, fue el incidente que causó la ruptura definitiva entre Hemholtz y Freud, prueba de ello es que en muy contadas ocasiones volvieron a dirigirse la palabra.

En Estados Unidos no se acuerdan de la guerra con España de 1898. Lo más viejo allí tiene diez años.

Una vez me preguntó algo sobre un tal Mozart, y por un momento me quedé parado. Y eso que me suena ese nombre...

Sé que no merezco el Príncipe de Asturias, pero tampoco la diabetes que padezco.

Una mujer que sin duda alguna sería una presidenta mejor que Gore y Bush juntos.

El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando sólo sea por razones financieras.

Dios ha muerto, Nietszche ha muerto y yo no gozo de buena salud.

No es ningún secreto que el crimen organizado en Estados Unidos gana más de US$ 40.000 millones al año. Es una suma bastante considerable teniendo en cuenta que la mafia gasta muy poco en equipar oficinas.

¿Qué la píldora la pone histérica? Ella ya es una histérica. El Pentágono debería usar sus hormonas para una guerra química.

No hay ninguna duda de que existe el más allá. Sin embargo, hay que preguntarse a qué distancia se encuentra del centro de la ciudad y hasta qué hora está abierto.

Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo.

¿Quién sino tú sería capaz de convencerme para que le hiciese una mamada en el entierro de mi padre?

Yo estoy chapado a la antigua, no creo en las relaciones extramatrimoniales. La gente debería aparearse para siempre como las palomas... o como los católicos.

Hay quienes estropean relojes para matar el tiempo.

El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago.

El trabajo es una invasión de nuestra privacidad.

Y mis padres por fin se dan cuenta de que he sido secuestrado y se ponen en acción inmediatamente: alquilan mi habitación.

La mayoría del tiempo no me divierto mucho. El resto del tiempo no proporciono ninguna diversión a los demás.

Arreglar los problemas económicos es fácil, lo único que se necesita es dinero.

No quiero vivir en una ciudad cuya única ventajacultural es poder girar a la derecha con el semáforo en rojo.

Muchísimo es mi número favorito.

Las mujeres son lo único que conoceremos del Paraíso en la Tierra.

Después de los 60, todos pertenecen al sexo débil.

El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír.

Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, pero no las mismas.

Ser bisexual duplica las oportunidades de conseguir una cita el sábado por la noche.

¿Es sucio el sexo? Únicamente si se hace bien.

No Annie, sabes que si fumo eso o bebo me pongo inaguantablemente encantador. Demasiado, demasiado encantador.

¡Si sólo dios me diera una señal clara! Como depositar a mi nombre una enorme suma de dinero en un banco suizo.

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