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¿Para qué vivir cuando no se tiene nada que hacer?
Winston Churchill
Los que se han encontrado con el Señor Hitler cara a cara en asuntos públicos o en términos sociales han podido apreciar que se trata de un político altamente competente, ponderado, bien informado, de modales agradables y una desarmante sonrisa.
Nunca rendirse, nunca, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, enorme o minúsculo, nunca rendirse salvo a las convicciones de honor y el buen sentido.
Hitler sabe que ha de destruirnos aquí, en nuestra isla, o perderá la guerra.
La alternancia fecunda el suelo de la democracia.
Los socialistas tienen la idea de que hacer ganancias es un vicio, y yo creo que el verdadero vicio es el no procurar evitar las pérdidas.
Los españoles son vengativos y el odio les envenena.
Con el persuasivo lenguaje de una lágrima.
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Una nación que intente prosperar a base de impuestos es como un hombre con los pies en un cubo tratando de levantarse tirando del asa.
El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de bienes. La virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de miseria.
El presidente Roosevelt olvida con frecuencia que hay siete millones de polacos en los Estados Unidos... Siete millones de electores.
Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver cómo en cien años las personas cometen los mismos errores que yo.
Un buen político es aquel que, tras haber sido comprado, sigue siendo comprable.
Los fascistas del futuro, se llamarán a sí mismos antifascistas.
El diplomático es una persona que primero piensa dos veces y finalmente no dice nada.
La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.
Cuando Foch oyó que se había firmado el tratado de Versalles, dijo con singular justeza: Eso no es una paz, es un armisticio de veinte años.
Vivid arduamente, no temáis nada y os sonreirá el triunfo.
Que el tener ganancias es reprochable es un concepto socialista. Yo considero que lo verdaderamente reprochable es tener pérdidas.
Una guerra nunca resuelve problema alguno. No hace sino plantear otros nuevos.
Aquello que nunca se debe hacer en público, es hablar de sexo, política o religión.
La guerra ha comenzado cuando Hitler lo quería. Pero no terminará hasta que nosotros estemos bien convencidos de que ha recibido lo que merece.
La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás.
No puedo pronosticar cuál será la reacción de la URSS. Es una adivinanza envuelta en un misterio dentro de un enigma.
Aunque personalmente me satisfaga que se hayan inventado los explosivos, creo que no debemos mejorarlos.
La región de los Balcanes tiene la tendencia de producir más historia de la que puede consumir.
Señora; y es ústed fea; pero yo por la mañana estaré sobrio.
Os dieron a elegir entre el deshonor o la guerra, elegisteis el deshonor y tendreis la guerra.
No tengo nada más que ofrecer que; sangre, ímprobo esfuerzo, sudor y lágrimas.
El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.
La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor.
Cualquier hombre y cualquier Estado que combata al nazismo tendrá nuestro apoyo, lo mismo que todo hombre y todo Estado que actúe con él será nuestro enemigo.
Queríais paz sin honra, y ahora no tenéis ni paz, ni honra.
Muchas formas de gobierno han sido probadas y se probarán en este mundo de pecado e infortunio. Nadie pretende que la democracia sea perfecta u omnisciente. En verdad, se ha dicho que es la peor forma de gobierno excepto todas las demás formas que han sido probadas en su oportunidad.
Un político debe ser capaz de predecir lo que pasara mañana, y la semana, el mes y el año próximos. Y también debe ser capaz de explicar por qué no acertó
Las palabras antiguas son las mejores, y las breves, las mejores de todas.
Pandilla de bastardos.
Los italianos pierden las guerras como si fueran partidos de fútbol y los partidos de fútbol como si fuesen guerras.
Las citas, cuando quedan esculpidas en nuestra memoria, nos sugieren pensamientos originales; además, despiertan en nosotros el deseo de leer a los autores de los cuales han sido tomadas.