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El amor empieza siempre por el amor.
William Shakespeare
La duda prudente es reputada como la antorcha del sabio.
El mal puede citar las sagradas escrituras para sus propósitos.
La ignorancia es una maldición de Dios; el saber es el ala con la cual volamos hacia el cielo.
La cordura y la bondad parecen viles a los viles; la corrupción no gusta más que de sí propia.
Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito.
Prudente padre es el que conoce a su hijo.
Porque no sirvo para adular, ni hablar con claridad, ni sonreir a la cara de la gente, halagar, engañar y hacer trampas, doblarme con reverencias a la francesa y simiesca cortesía, he de ser tenido como un enemigo rencoroso.
¡Ah, qué gran indicio de haber vivido mal, el que aparezca tan terrible la cercanía de la muerte!
Los hombres poderosos tienen manos que alcanzan lejos.
De todas las bajas pasiones, el miedo es sin duda la más maldita.
Si en toda mi vida hice alguna obra buena, me arrepiento de ello con toda mi alma.
Fray Lorenzo: Allí en el suelo, borracho de sus propias lágrimas.
Ya eres viejo... Tu naturaleza se encuentra muy próxima a su límite.
El orgulloso se devora a sí mismo.
Los recursos que pedimos al cielo se hallan en nuestras manos la mayor parte de las veces.
Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes.
Por el cosquilleo de mis pulgares, algo maligno viene hacia mi.
Cuando escucho una música suave, nunca me siento alegre.
Conservar algo que me ayude a recordarte, sería admitir que te puedo olvidar.
Los dioses son justos y emplean nuestros vicios deleitosos como instrumentos para castigarnos.
Él piensa mucho: hombres así son peligrosos.
Sería muy poco feliz si pudiera decir hasta qué punto lo soy.
Que los que no sepan mandar, ¡obedezcan!
Nadie admira la celeridad, como no sea el negligente.
Asume una virtud si no la tienes.
Anunciad un mensaje agradable con cien lenguas a la vez; pero dejad que las malas noticias se revelen por sí propias al descargar el golpe.
El único bien que no puede sernos escamoteado es el placer de haber hecho una buena acción.
La prosperidad es el más seguro lazo de amor.
Es más sencillo obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada.
Los bueno es bueno aunque carezca de nombre; lo vil es siempre vil.
A fe mía, he sido siempre un tunante con respecto a las leyes, y nunca he podido ajustar a ellas mi voluntad; por tanto, prefiero que las leyes se acomoden a mi gusto.
Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo; no sea que te chamusques a ti mismo.
Bruto es un hombre honorable, y así son todos los demás hombres.
Puede uno sonreír y más sonreír.. y ser un canalla.
Las comparaciones huelen.
Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un tirano.
Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.
No hay marido peor que el mejor de los hombres.
Los grandes corazones producen grandes hechos.
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