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Cuando te levantes de la mesa procura tener un poco de apetito, y nunca te faltará cuando te vuelvas a sentar.
William Penn
Los amigos son verdaderos gemelos del alma. Uno no es feliz sin el otro, ni puede cualquiera de ellos ser miserable solo.
No puede haber amistad donde no hay libertad. La amistad ama la libertad, y no será encerrada en pequeños y estrechos recintos.
Haced que el pueblo crea que gobierna él, y se dejará gobernar.
Cuanto menor el trago, más clara la cabeza y más fria la sangre.
La sabiduría de los pueblos está en sus breves y juiciosos proverbios.
Si no necesitas trabajar para comer, necesitarás trabajar para tener salud. Ama el trabajo y no dejes que nazca la mala hierba de la ociosidad.
Pasión es una especie de fiebre en la mente, que nunca nos deja más débil de lo que nos encontró.
¡Trabaja! Si no lo necesitas para alimentarte, lo necesitas como medicina.
Si te levantases de la mesa con apetito, puedes estar seguro que nunca te sentarás a ella desganado.
La verdadera religión les permite a los hombres vivir mejor y los alienta a mejorar.
Cada golpe que nuestra ira descarga, vendrá a caer seguramente sobre nosotros mismos.
Los hombres son generalmente más cuidadosos con sus caballos y perros que con sus hijos.
La verdad a menudo sufre más por el fanatismo de sus defensores que por los argumentos de sus detractores.
El público debe ser servido.
Todos los hombres tienen una natural e irrenunciable derecho a practicar el culto a Dios según los dictados de sus propias conciencias.
Mi prisión será mi tumba antes de ceder un ápice; pues mi conciencia no se debe a ningún mortal.
Los niños tienen que jugar más con herramientas y juegos, dibujar y construir; tienen que sentir más emociones y no tantas preocupaciones por problemas de su tiempo.
Aquel que hace el bien desinteresadamente, sin interés al elogio y a la recompensa, al final de cuentas tendrá ambas cosas.
Los humildes, los mansos, los misericordiosos, los justos, los piadosos, los devotos pertenecen a una misma religión; y cuando la muerte los despoje de su máscara, se reconocerán los unos a loa otros, a pesar de las diversas libreas que aquí les hace mutuamente extraños.
Siente disgusto por lo que lo merezca, pero nunca lo odies.
La libertad sin obediencia es la confusión, y la obediencia sin libertad es esclavitud.
Tienen derecho a censurar los que tienen corazón para ayudar.