Imágenes
El silencio es seguro.
Wilkie Collins
La paz rige el día, donde la razón rige la mente.
Nuestras palabras son gigantes cuando nos hacen daño, y enanos cuando nos hacen un servicio.
El horrible misterio se cierne sobre nosotros en esta casa entra en mi cabeza como licor y me hace salvaje.
Siempre he sostenido que el fenómeno de importante crecimiento en la sociedad moderna es la enorme prosperidad de los necios.
Las lágrimas corrieron por su rostro. Su mano temblorosa buscó el apoyo de la mesa para poder sostenerse, mientras me tendía la otra. La tomé entre las mías, estrechándola con firmeza. Cayó mi cabeza sobre aquella mano fría. Mis lágrimas la humedecieron y mis labios se apretaron contra ella. No fue un beso de amor. Fue una contracción de agonía desesperada.
Siempre he tenido la opinión anticuada de que el objeto principal de la obra de ficción debe ser contar una historia.
Se apoyaron sus brazos sobre la mesa y la rubia cabeza se desplomó pesadamente sobre ellos. Una mirada más de eterna despedida y se cerró la puerta tras de mí. Había empezado a abrirse entre nosotros el inmenso abismo de la separación.