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Las comparaciones matan, casi siempre.
Walter Riso
Perdonar no es padecer amnesia; es recordar sin dolor, y eso se logra con un trabajo interior serio y sostenido y no por decreto.
Así como no siempre hay razones para el amor, tampoco las hay para el desamor.
La coherencia interna aumenta la eficiencia y potencia de nuestras capacidades.
Las personas que no sufren de apego son exploradoras de corazón y de acción, son curiosas y observadoras: voyeuristas de la existencia.
Lo que te define como persona es intocable, no importa cuánto amor esté en juego y cuánto desamor anticipes.
No estar apegado no significa que queramos menos a una persona, sino que no estamos preocupados por la relación...
En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aún, quien te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin mala intención, puede que te merezca pero no te conviene.
La amistad era una de las mayores fuentes de felicidad.
Vivir en pareja requiere inspiración y transpiración, afecto del bueno y esfuerzo.
La gente más saludable y contenta es la que se deja llevar mucho más por sus preferencias que por sus carencias necesidades.
La autonomía emocional te permite ser como eres y deja que el otro sea como es, por eso es tan poderosa y crea lazos tan sólidos cuando se cumple a cabalidad.
Tú eliges tus propios amos y eres víctima de tu propio invento.
Una de las emociones que más destruye el amor son los celos o el miedo al engaño.
Los amores se desgastan y algunos renacen de sus cenizas.
Cuando te embriagues, hazlo siempre a medias; la flor abierta a medias es siempre más linda, con medias velas bogan bien las naves y a medias riendas trotan los caballos.
Si tu pareja te exige cambios extremos para aceptarte, no pierdas el tiempo: no te ama.
Merezco todo aquello que me haga crecer como persona y ser feliz.
La necesidad te esclaviza, la preferencia te libera.
La meta de olvidar al otro como si jamás hubiera existido, además de irracional, es ingenua, a no ser que decidas darte un martillazo en la cabeza y crearte una lesión cerebral, cosa que no aconsejo.
Todo esfuerzo por aferrarnos nos hará desgraciados, porque tarde que temprano aquello a lo que nos aferramos desaparecerá y pasará. Ligarse a algo transitorio, ilusorio e incontrolable es el origen del sufrimiento. Todo lo adquirido puede perderse, porque todo es efímero. El apego es la causa del sufrimiento.
La belleza es una actitud. Si te sientes guapo o guapa, lo eres, y eso transmitirás a los demás, pero si aceptas pasivamente el modelo de belleza que te imponen desde fuera, terminarás pensando que eres horrible.
Es el gerundio el que nos mueve, el presente que va ocurriendo y no el futuro el que nos arrastra. El mundo no está hecho, se está haciendo, y nosotros con él.
El amor lleva deberes asociados.
Coincidir con una persona, mental y emocionalmente, es una suerte.
Amar no es anularse, sino crecer de a dos. Un crecimiento donde las individualidades, lejos de opacarse, se destacan.
Amar no es poseer, amar es respetar la libertad del otro hasta las últimas consecuencias.
Si sólo deseo lo que depende de mí, ¿quién podrá esclavizarme?
No todo desamor es malo y no todo amor es sostenible.
No preocuparse por nada es estar muy cerca de la sabiduría.
Hay cosas que no están hechas para pensar, sino para vibrar con ellas.
La conexión amorosa es un roce, una caricia de las esencias que se coquetean y se sumergen por momentos una en la otra.
¿Estás con alguien que aún no sabe o no ha decidido si te ama? Escapa lo más lejos posible; piérdete en la muchedumbre y empieza de nuevo, porque ese amor no te sirve y te arrastrará por años.
Ciertas cosas no se venden ni se prestan, como, por ejemplo, la dignidad, la libertad o los derechos. Entregarlas es perder tu esencia.
El apego es la incapacidad de renunciar a determinadas cosas cuando nos hacen daño, nos quitan libertad y generan malestar emocional.
Es mucho más saludable una verdad incómoda que una mentira piadosa.
La felicidad no es una estación a la cual hay que llegar, sino una manera de viajar.
Tu pareja, por encima de todo y sin excusas, debe amarte y respetarte. Si ninguna de las dos cosas se dan (deben ser las dos o nada), estás con la persona equivocada. Recuerda: no te merece quien te haga sufrir.
El perdón no es una obligación, es una elecciónlibre que maneja sus propios tiempos.
Si quieres superar tus inseguridades, debes ponerte a prueba y exponerte. Debes arriesgarte y contrastar las ideas infundadas o erróneas que tienes de ti mismo. Si haces de la evitación una costumbre, nunca sabrás valorarte.