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La democracia sólo parece adecuada para un país muy pequeño.
Voltaire
Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
Los hombres poseen solamente un número determinado de dientes, cabellos e ideas, y llega un momento en que se quedan fatalmanete sin dientes, sin cabellos y sin ideas.
Nadie se da la muerte en un exceso de razón.
El placer mayor que un hombre de bien puede tener es el de dar gusto a sus amigos.
Para encadenarlo (al pueblo) es preciso aparentar que se llevan las mismas cadenas que él.
El verdadero valor consiste en saber sufrir.
Cambiad de todo, excepto de amores.
Es más seguro que alcanzaremos nuestros propósitos dirigiéndonos a las pasiones de los hombres que a su razón.
Perdonar a nuestros enemigos sus virtudes es un milagro muy grande que hoy en día no se da ya.
Casi todo lo que se relaciona con la vida humana depende de la probabilidad.
Los estados se pierden solamente por la timidez.
Es imposible, en nuestro desdichado globo, que los hombres viviendo en sociedad no estén divididos en dos clases, la una de opresores y la otra de oprimidos; y estas dos se subdividen en mil y esas mil tienen aún matices diferentes.
Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo.
Cada uno va por mal camino, pero los menos imprudentes son los que se arrepienten más pronto.
Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
Una persona ingeniosa y de buen sentido decía cierto día de un grave doctor: Este hombre debe ser un grande ignorante, pues a todo lo que se le pregunta da una contestación.
La política mayor consiste en ser virtuoso.
La providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.
El arte de lisonjear dio origen al arte de agradar.
Los ejemplos corrigen mucho mejor que las reprimendas.
El interés es el perfume del capital.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
Los reyes se parecen a los maridos traicionados: nunca saben lo que ocurre.
El sentido común no es nada común.
Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa.
Mientras quemaban a un fanático que decía que era el Espíritu Santo, comentó el caballero de La Ferté: ¡Qué mala suerte tienen en esa familia!.
Detesto lo que escribes, pero daría mi vida para que pudieras seguir escribiéndolo.
Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo.
La única recompensa que puede esperarse del cultivo de la literatura es el desdén si uno fracasa y el odio si uno triunfa.
Las traducciones aumentan los defectos de una obra y ensombrecen sus bellezas.
La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano.
Desde Tales hasta los más quiméricos charlatanes no hubo ningún filósofo que influyese ni siquiera en las costumbres de la calle donde vivía.
Un instante de felicidad vale más que mil años de celebridad.
La geometría de Descartes es un método para dar ecuaciones algebraicas a las curvas.
La tolerancia no ha provocado nunca ninguna guerra; la intolerancia ha cubierto la tierra de matanza.
Todo les sale bien a las personas de cáracter dulce y alegre.
Un príncipe que escriba contra la adulación es algo tan raro como un Papa que escriba contra la infalibilidad.
El interés no tiene templos. Pero es adorado por muchos devotos.
Es imposible traducir la poesía. ¿Acaso se puede traducir la música?