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Una política cristiana es posible.
Viktor Orbán
Europa se avergüenza de sus raíces cristianas.
¿Qué palabras evitan los tecnócratas de Bruselas? Compromiso, honra, amor a la patria, constancia, grandeza, justicia.
A los que tienen un sentimiento cristiano les corresponde un papel de vigías. Dios nos ha nombrado vigías, también a los políticos.
Ese modelo no gusta en Bruselas. Así es la vida.
Nuestros niveles impositivos son los normales, excepto en lo referente a la banca, que es donde se centran las críticas.
Los valores son el futuro de Europa.
Una Europa cristiana no habría permitido que países enteros se hundieran en la esclavitud al crédito.
En Hungría es inimaginable.