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La libertad es el aire respirable del alma humana.
Victor Hugo
El cristianismo separa profundamente el espíritu de la materia, estableciendo un abismo, entre el alma y el cuerpo y otro abismo entre el hombre y Dios.
¿Qué motivo ha obligado al presidario a decir: soy un presidario? Pues bien, el motivo es extraño. Es por honradez.
Para curar el miedo es muy buena la aspereza porque da confianza.
El ojo ve bien a Dios solamente a través de las lágrimas.
Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas.
En vano tallamos lo mejor posible ese tronco misterioso que es nuestra vida; la veta negra del destino aparecerá siempre.
El agua que no corre hace un pantano; la mente que no trabaja hace un tonto.
Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su palabra, conversación en los salones, en la antecámara, son como esas chimeneas que consumen pronto las leñas; no necesitan mucho combustible; y el combustible es el prójimo.
La vida es una flor cuya miel es el amor.
El padecimiento social empieza a cualquier edad.
La obra maestra es una variedad del milagro.
Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada.
Aprender es el primer paso, vivir no es más que el segundo.
A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.
Poemas de Victor Hugo, traducidos al español.
¡Nos amaríamos, nos entregaríamos nuestras almas y nuestra sed de nosotros mismos sería tan insaciable que la calmaríamos en común en la copa inextinguible de nuestro amor!
El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
Uno vive por la realidad una existe por el ideal. ¿Queréis apreciar la diferencia?
El derecho que triunfa sin ninguna necesidad de violencia.
El Romanticismo no es más que el Liberalismo en Literatura.
El deber es un dios que no consiente ateos.
¿Nada de crítica? No. El genio es una entidad como la naturaleza, y quiere, como ésta, ser aceptado pura y simplemente. Una montaña se toma o se deja. ¡Hay gente que hace la crítica del Himalaya piedra por piedra!
El destierro ilumina; la desgracia corrige.
¡Oh destino implacable de las sociedades humanas, que perdéis los hombres y las almas en vuestro camino! ¡Océano en que cae todo lo que deja caer la ley! ¡Siniestra desaparición de todo auxilio! ¡Muertemoral!
La pena de muerte es un signo peculiar de la barbarie.
La mujer es un diablo muy perfeccionado.
¡Cómo! ¿Nada de crítica? No. El genio es una entidad como la naturaleza, y quiere, como ésta, ser aceptado pura y simplemente. Una montaña se toma o se deja. ¡Hay gente que hace la crítica del Himalaya piedra por piedra! Todo en el genio tiene su razón de ser. Es porque es. Su nombre es el reverso de su luz. Su fuego es una consecuencia de su llama. Su precipicio es la condición de su altura.
Como a todos los buenos corazones, la desgracia lo había hecho perder la amargura.
Lo bello vale tanto como lo útil.
En los ojos del joven, arde la llama; en los del viejo, brilla la luz.
No hay más que un poder: la conciencia al servicio de la justicia; no hay más que una gloria: el genio, el servicio de la verdad.
El hombre es una infinitamente pequeña copia de Dios. Bastante gloria es ésta para el hombre. A pesar de mi insignificancia, reconozco que Dios está en mí.
El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes.
¡Terrible cosa, la felicidad! Creemos que con ella nos basta; y una vez en posesión de esta falsa meta de la vida, que es la felicidad, olvidamos el fin verdadero: el deber.
Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.
... Ese mañana inmenso del cielo azul, que otros llaman la muerte y yo llamo Dios.
El amor es de la misma esencia que el alma humana. Como ella, es una chispa incorruptible, indivisible e inmortal. Es un fuego que llevamos dentro y que nada puede sofocar ni apagar.
Nada mejor que el sueño para engendrar el porvenir. La utopía de hoy es carne y hueso mañana.
Mis gustos son aristocráticos; mis actos democráticos.