Imágenes
Mi gloria está en tus ojos.
Vicente Huidobro
Yo miro tu recuerdo náufrago. Y aquel pájaro ingenuo bebiendo el agua del espejo.
Tengo una atmósfera propia en tu aliento, la fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas, con su propio lenguaje de semilla.
Soy abogado, soy ingeniero, soy...
Con un olor de olvido en los cabellos, con un sonar de venas misteriosas.
Una cortesana llena de melindres es tan repugnante como un ladrón económico.
Se hace más alto el cielo en tu presencia, la tierra se prolonga de rosa en rosa y el aire se prolonga de paloma en paloma.
¡Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco!
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Y mientras que el ensueño pertenece a todo el mundo, el delirio sólo pertenece a los poetas.
Silencio. Se oye el pulso del mundo como nunca pálido. La tierra acaba de alumbrar un árbol.
Al irte dejas una estrella en tu sitio, dejas caer tus luces como el barco que pasa, mientras te sigue mi canto embrujado.
Es incomprensible que un individuo que haya estudiado profundamente la sociedad actual no sea comunista. Es incomprensible que un individuo que haya estudiado profundamente el comunismo, no sea anarquista.
Yo no tengo orgullos de campanario.
El día se suicida arrojándose al mar.
Sólo tú salvas el llanto y de mendigo oscuro lo haces rey coronado por tu mano.
Las horas caen de minuto en minuto, como la sangre que quiere hablar.
Sólo para vosotros viven todas las cosas bajo el sol.
Seamos ese pedazo de cielo, ese trozo en que pasa la aventura misteriosa, la aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño.
Un poeta debe decir aquellas cosas que nunca se dirían sin él.
Inventar consiste en hacer que las cosas que se hallan paralelas en el espacio se encuentren en el tiempo o viceversa, y que al unirse muestren un hecho nuevo.
Señora, hay muchos pájaros en vuestro piano.
Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.
Mi alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos.
Si tú murieras, las estrellas a pesar de su lámpara encendida perderían el camino, ¿Qué sería del universo?
Estúpido, ¿para qué arrojas cáscaras de plátano en mi camino?
He buscado en tu cuerpo la canción. Alguien lleva un tesoro entre las manos.
Nada amo tanto como lo imprevisto. Una gitana en Budapest me leyó el porvenir en las líneas de la mano.
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Un poema sólo es tal cuando existe en lo habitual. Desde el momento en que un poema se convierte en algo habitual, no emociona, no maravilla, no inquieta más, y deja, por lo tanto, de ser un poema, pues inquietar, maravillar, emocionar nuestras raíces es lo propio de la poesía.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas! Hacedla florecer en el poema.
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos.
Un poema es algo que será.
Dadme una certeza de raíces en horizonte quieto, un descubrimiento que no huya a cada paso, o dadme un bello naufragio verde, un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos, como el barco que se hunde sin apagar sus luces.
El poeta es un pequeño Dios.
Voy por la vida pegado a mi muerte apoyado en el bastón de mi esqueleto.
Nada amo tanto como lo imprevisto.
Axioma para los músicos: los pájaros cantan mal.
El mar es un tejado de botellas que en la memoria del marino sueña.
Me gusta viajar como el barco del ojo que va y viene en cada parpadeo.