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Señor si tú, estuvieras en mi lugar, ¿que harías en esta oración?
Vicente de Paul
Que poco se necesita para ser Santa: Hacer en todo la voluntad de Dios.
La libertad sólo se encuentra en el amor de Dios.
La oración es para el alma lo que el alimento es para el cuerpo.
Para tender a la perfección, hay que revestirse del Espíritu de Cristo.
Los que obtienen mas éxito son los que hablan con familiaridad y sencillez popular.
Es preciso que tú y yo tomemos la resolución de no faltar nunca a la oración diaria. Digo: diaria, hijas mías, pero si pudiese, diría: no la dejemos nunca.
No podemos asegurar mejor nuestra felicidad que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres.
Ten cuidado contigo, no vayas a deshacer con tu conducta lo que edificaste con tu predicación.
El ruido no hace bien; el bien no hace ruido.
Dios ama a los pobres y por consiguiente a quienes aman a los pobres.
El amor es inventivo hasta el infinito.
Para morir como Jesucristo, hay que vivir como Jesucristo.
A cada enfermo se le dará el pan que necesite.
Hacer efectivo el evangelio.
Después del soberano amor de Dios, la segunda cosa que Dios les pide, es que se amen mutuamente como hermanas que Él unió con lazos de su amor.
Amemos a Dios, hermanos míos, amemos a Dios, pero que ésto sea a costa de nuestros brazos, que esto sea con el sudor de nuestros rostros.
La perfección no consiste en la multitud de cosas hechas, sino en el hecho de estar bien hechas.
Denme un hombre de oración, y será capaz de todo.
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