Imágenes
La armonía de los colores debe fundarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma humana, es decir, en lo que llamaremos el principio de la necesidad interior.
Vasili Kandinski
Es bello lo que procede de una necesidad interna del alma.
Todos los procedimientos son sagrados si son interiormente necesarios. Todos los procedimientos son pecados si no se justifican por la necesidad interior.
Pretender resucitar premisas artísticas del pasado puede dar como resultado, en el mejor de los casos, obras de arte que son como un niño muerto antes de ver la luz.
Como el alma se encuentra estrechamente ligada al cuerpo, una emoción cualquiera puede provocar siempre, por asociación, otra que corresponda con ella.
Es hermoso lo que procede de una necesidad interior del alma. Es hermoso lo que es interiormente hermoso.
Una cosa se me hizo manifiesta: que la objetividad, la descripción del objeto, no era necesaria en mis pinturas y que en realidad les perjudicaba.
El crítico de arte es el peor enemigo del arte.
El artista debe ser ciego frente a la forma reconocida o no, del mismo modo que debe ser sordo a las enseñanzas y los deseos de su tiempo.
El artista ha de tener algo que decir, pues su deber no es dominar la forma sino adecuarla a un contenido.
El artista es la mano que, mediante una y otra tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana.
El arte va más allá de su tiempo y lleva parte del futuro.
Toda creación de arte es gestada por su tiempo y, muchas veces, gesta nuestras propias sensaciones. De esta manera, toda etapa de la cultura produce un arte específico que no puede ser repetido.
El elemento objetivo dará lugar a que la obra de hoy diga en el futuro yo soy en vez de yo fui.
El color es un medio para ejercer influencia directa sobre el alma: el color es la tela, el ojo el macillo, y el alma es el piano con sus cuerdas.
El color es un poder que influencia directamente al alma. El color es un teclado, los ojos son un martillo, el alma es una cadena. El artista es la mano que juega, tocando una tecla u otra, para causar vibraciones en el alma.