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La semiótica es, en principio, la disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir.
Umberto Eco
Cuando entra en juego la posesión de los bienes terrenales es difícil que los hombres razonen con justicia.
El mundo condena a los mentirosos que no hacen más que mentir, también sobre lo ínfimo, y premia a los Poetas, que mienten solo sobre lo excelso.
¿Qué es la filosofía? Lo siento por mi conservadurismo trivial, pero no puedo encontrar una mejor respuesta que la definición que da Aristóteles de la Metafísica: una respuesta a un acto de asombro.
No hay nada mejor que imaginar otros mundos para olvidar lo doloroso que es el mundo en que vivimos.
El único problema serio para el buen ciudadano es no pagar los impuestos, y luego que los que mandan hagan lo que quieran; al fin y al cabo todos chupan del mismo bote.
Además, si se trabaja bien no hay ningún tema que sea verdaderamente estúpido: trabajando bien se sacan conclusiones útiles incluso de un tema aparentemente remoto o periférico.
Es preciso tener en cuenta la cobardía, la debilidad y la inconstancia y la falta de equilibrio de las masas. Hay que darse cuenta de que la fuerza de las masas es ciega, desprovista de razón en su discernimiento y que oscila sin voluntad de un lado a otro.
El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas.
Los objetos están semanticamente desgastados antes que su materialidad.
Los aliados del terrorista no se esconden en los Estados rebeldes, sino en el corazón de los santuarios de la economía mundial.
Hay libros que son para el público, y libros que hacen su propio público.
La televisión se nos aparece como algo semejante a la energía nuclear. Ambas sólo pueden canalizarse a base de claras decisiones culturales y morales.
Los libros siempre hablan de otros libros y cada historia cuenta una historia que ya se ha contado.
El signo es un gesto realizado con la intención de comunicarse, es decir, con el fin de transmitir la representación de uno o el estado interior a otro ser.
Raramente se tiene en cuenta el hecho de que, dado que la cultura de masas en su mayor parte es producida por grupos de poder económico con el fin de obtener beneficios, permanece sometida a todas las leyes económicas que regulan la fabricación, la distribución y el consumo de los demás productos industriales.
Semiótica es en principio la disciplina que estudia todo lo que se puede utilizar con el fin de mentir. Si hay algo que no se puede utilizar para decir una mentira, por el contrario no se puede utilizar para decir la verdad: no puede de hecho ser utilizado para "decir" nada en absoluto.
El gran peligro de la globalización es que nos empuja a una megalengua común.
La democracia también es tolerante en aceptar una dosis de injusticia para evitar nuevas injusticias.
Las obras literarias nos invitan a la libertad de interpretación, ya que nos ofrecen diversos caminos y nos ponen de cara a la ambigüedad de la vida.
Lo inverosímil es lo que más se parece al milagro.
Un mentiroso que niega, afirma.
A través de la mujer penetra el diablo en el corazón de los jóvenes.
Es la fe la que las hace verdaderas, no las reliquias las que hacen verdadera a la fe.
Toda información es importante si está conectada a otra.
Ante la perecedera belleza, la única garantía está en la belleza interior, que no muere.
Los libros se respetan usándolos, no dejándolos en paz.
Entrar en una novela es como hacer una excursión a la montaña: hay que aprender a respirar, coger un ritmo de marcha, si no todo acaba enseguida. En poesía sucede lo mismo.
El verdadero amor quiere el bien del amado.
No todas las verdades son para todos los oídos.
Aún no se ha escrito ningún libro donde el asesino sea el lector.
Una de las primeras cosas que se han de hacer para empezar a trabajar con una tesis es escribir el título, la introducción y el índice final; esto es, precisamente las cosas que todos los autores hacen al final.
El arte nos engaña y nos tranquiliza, nos hace ver el mundo tal como los artistas quisieran que fuese.
La civilización nunca alcanzará la perfección mientras la última piedra de la última iglesia no caiga sobre el último cura y la tierra quede libre de esa gentuza.
La verdad es el anagrama de un anagrama. Anagrams = ars magna.
Quien diga que es totalmente feliz es un cretino.
La gente cree sólo lo que ya sabe.
El intelectual tiene que hallarse comprometido con el presente. Nosotros los jóvenes, que no tenemos más que ochenta años, tenemos respecto al presente una actitud diferente a la de nuestros padres o a la de nuestros maestros.
Nada consuela más al novelista que descubrir lecturas que no se le habían ocurrido y que los lectores le sugieren.
Internet es como un gran inventario (de información), pero no constituye en sí misma la memoria.