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Lo gracioso es que afuera era un hombre honrado, rectísimo. Vine a prisión y me hice ladrón.
Tim Robbins
Estaba en la senda del huracán. Jamás pensé que la tormenta duraría tanto.
Esto es como intentar dejar el crack con una pipa pegada al cuerpo.
¿Sabes cómo sé que un adicto miente? Porque mueve los labios.
¿Sabes que dicen los mexicanos del Pacífico? Que no tiene memoria.
Soy un convicto que ofrece buena planificación financiera.
Los sentimientos son como niños, no quieres que conduzcan ni quieres meterlos en el maletero.
Lo gracioso es que estando afuera de prisión era un hombre honrado, recto como una flecha. Tuve que entrar en prisión para convertirme en un criminal.
Empeñarse en morir o empeñarse en vivir.
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