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Mi definición pura de la poesía: algo que el poeta crea fuera de su propia personalidad.
Thomas Moore
Soy rico, más allá de los sueños de la avaricia.
Yo defendería la ley, aunque no fuera más que para protegerme de mi mismo.
Si te hablo en nombre de la amistad, crees que hablo demasiado fríamente; si hago mención de la ardorosa llama del amor, dices que hablo con demasiada osadía.
Los amigos se van y la memoria los lleva a sus hondas e intactas cavernas.
¡Oh, adorable criatura! Cuando sus pies delicados se agitan en el torbellino de la danza, juraría que sus pasos son centellas, su región natural el aire, y que toca el suelo sólo por condescendencia.
Los ojos de la mujer fueron mis únicos libros, y todo lo que ellos me enseñaron fue locura.
Si la humanidad no renuncia inmediatamente y para siempre a su sueño vano, insensato y fatal de justicia, el mundo caerá en la barbarie.
Dulce es pensar que adonde quiera que vayamos errantes, hemos de hallar algo delicioso y amable; y que, cuando estemos lejos de los labios que amamos, no tenemos más que enamorar a otros labios que están cerca.
Pero la fe, la fe fanática, que una vez estuvo unida a alguna mentira muy querida, se aferra a ella hasta el final.
Disfracemos como queramos nuestro cautiverio, es la mujer quien nos gobierna todavía.
Lesbia tiene una mirada centelleante, pero nadie sabe por quién centellea.
No hay en el mundotristeza que no puedan curar los cielos.
El cielo del persa es bien simple; unos ojos negros y una limonada.
Los hipócritas, como las manecillas de las encrucijadas, señalan el camino que ellos no siguen.
Vivir con ellos es mucho meno dulce que vivir con tu memoria.
Aquellos corazones que anteriormente latían con osadía por la alabanza, ahora sienten que hasta han perdido el pulso.
Los hombres suelen, si reciben un mal, escribirlo sobre el mármol; si un bien, en el polvo.
Siempre hay un verdadero camino y otro equivocado; y el equivocado siempre parece el más verdadero.