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No dañe a ningún ser humano, animal, vegetal o mineral.
Thich Nhat Hanh
Si en nuestra vida cotidiana podemos sonreír, si podemos ser pacíficos y felices, no sólo nosotros, sino todo el mundo se beneficiará con ello. Esta es la forma más básica de trabajar para la paz.
Sin comprensión no puede haber amor. La personalidad de cada persona está constituida por condiciones físicas, emocionales y sociales. Con la comprensión no se puede odiar a nadie, ni siquiera a las personas crueles, pero sí se les puede ayudar a transformar sus condiciones físicas, emocionales y sociales.
La comprensión es el factor liberador, es lo que nos libera y permite que se produzca la transformación. En esto consiste la práctica de cuidar de la ira.
Nada puede curar la ira excepto la compasión.
No más llanto, no más queja, éste es el último poema desolado. Cuando dejes de quejarte, tu alma se refrescará. Cuando dejes de llorar, tus ojos se iluminarán.
¡La felicidad brota de la libertad!
Todo momento es un regalo de la vida.
El milagro no es caminar sobre el agua. El milagro es caminar sobre la tierra verde en el presente, para apreciar la belleza y la paz de la que se dispone ahora.
Si eres poeta, verás claramente que hay una nube circundando esta hoja de papel. Claro, pues sin una nube no habría agua y sin agua los árboles no pueden crecer y sin árboles no podemos hacer papel de esta manera, la nube esta aquí, en esta página, entonces comprendemos que la existencia de esta página depende de una nube. Papel y nube están unidos, íntegramente relacionados.
El camino que he hallado permite vivir cada hora del día con plena conciencia, con la mente y el cuerpo en el momento presente. Lo contrario es vivir en la distracción. Si vivimos en la distracción, no sabemos que estamos vivos; no experimentamos plenamente la vida porque nuestra mente y nuestro cuerpo no están en el aquí y ahora.
El Buda y los monjes y monjas de su tiempo tan sólo poseían tres hábitos y un cuenco, pero eran felices porque tenían algo sumamente precioso: la libertad.
Tu capacidad para querer a otra persona depende completamente de tu capacidad para amarte a ti mismo, de tener buen cuidado de ti mismo.
Vivo el momento presente sabiendo que es un momento bello.
Si al cabo de varios meses la práctica que estamos realizando no ha producido ninguna transformación ni curación, hemos de reconsiderar la situación. Hemos de cambiar nuestro enfoque y aprender más hasta encontrar la práctica correcta que pueda transformar nuestra vida y la de las personas a las que amamos.
Centrarnos en nuestra inspiración, liberamos el pasado, liberamos el futuro, liberamos nuestros proyectos. Habitamos la respiración con todo nuestro ser. Nuestra mente regresa a nuestro cuerpo y nos encontramos verdaderamente ahí, vivos, en el instante presente.
Sonreír es muy importante. Si no somos capaces de sonreír, entonces el mundo no tendrá paz. No es mediante manifestaciones en contra de las bombas atómicas que podemos lograr la paz. Es con nuestra capacidad de sonreír, respirar, y la paz que podemos lograr con esa actitud.
Los rayos de sol que se filtran por la ventana, son campanas de concentración que os pueden servir para advertiros que debéis volver a vosotros mismos, respirar, sonreír y vivir el momento presente con plenitud.
A veces tu alegría causa tu sonrisa, pero también hay veces en las que tu sonrisa puede causarte alegría.
Ser compasivos con ustedes mismos es una práctica muy importante. Cuando estén cansados, enojados, o desesperados, deben saber cómo regresar a sí mismos y cuidar su cansancio, su enojo y su desesperación. Es por este motivo que practicamos el sonreir, el andar y el comer conscientemente.
El regalo más valioso que podemos ofrecer a otros es nuestra presencia.
La práctica de la concentración nos permite llegar a ser personas reales. Cuando somos personas reales vemos a las otras personas reales que nos rodean y la vida adquiere toda su riqueza.