Imágenes
Ama a una nube, ama a una mujer, pero ama.
Théophile Gautier
Nada contribuye tanto a hacer malo a un hombre, como el no ser amado.
La felicidad es un relámpago que se desvanece y no torna. Para no olvidar, ¡ah!, su existencia, es preciso embalsamarla en un recuerdo.
Cada hora hiere, la última acaba con nosotros.
Dejar de amar a una mujer es tanto como odiarla violentamente.
Vistas las cosas en la cámara oscura del recuerdo, toman un relieve singular.
El verdadero paraíso no está en el cielo, sino sobre la boca de la mujer amada.
Es propio de la naturaleza humana abusar de todo, aun de sus buenas cualidades.
En el punto donde se detiene la ciencia, empieza la imaginación.
No se puede saber qué es una mujer hasta que no se ha visto a una mujer enamorada.
Es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo.
En todo tiempo, los hombres prudentes han llevado ventaja sobre los hombres audaces.
Reavivad la llama en el altar del ideal; conducid al pueblo hacia el bien por el camino de la belleza, por el sentimiento de la admiración y del amor a la mujer.
Pasó por delante de la vida tímidamente, como si le dijese el presentimiento que el menor contacto de esos dos mundos, el suyo y el de otros, sólo podía engendrar dolor.
En la lucha contra la realidad, el hombre sólo tiene un arma: la imaginación.
Deja al menos que caiga de tus labios sobre mis labios un tardío beso, para que así una vez esté en mi tumba, en paz el corazón pueda dormir.
El arte no es en absoluto el fruto de las costumbres. el arte nada tiene que ver con la moral... Yo renunciaría con gusto a mis derechos de francés y de ciudadano por ver un cuadro auténtico de Rafael o una hermosa mujer desnuda...
Para reducir lo infinito a lo finito, lo inasequible a lo humanamente real, no hay más que un camino: la concentración.
La felicidad en este mundo se forma con estas tres cosas: un sol hermoso, una mujer y un caballo.
Una de las glorias de la civilización sería el haber mejorado la suerte de los animales.
La ocupación más propia del hombre civilizado es la de no hacer nada.
Nuestros pensamientos y las horas de nuestra vida, tan velozmente transcurridos, son, sin embargo, para la mujer.
El amor es como la fortuna: no gusta de que corran en su seguimiento.
El azar es el seudónimo de Dios cuando no quiere firmar.
El efecto de toda civilización llevada al extremo es la sustitución del espíritu por la materia y de la idea por la cosa.
Si la belleza constituyera el único mérito de las mujeres, todas las feas deberían ahorcarse.
Todo parece más encantador cuando lo vemos a distancia, y las cosas toman un relieve singular cuando se observan en la cámara oscura del recuerdo.
Las mujeres tienen muy poca estima de los hombres contemplativos y aprecian mucho a los que ponen sus ideas en acción.
La violencia llama a la violencia y la justicia.
Nacer es únicamente comenzar a morir.
El corazón es el único instrumento que, aún destrozado, trabaja.
En el desierto del tiempo, Dios ha dispuesto, a manera de oasis para vuestro descanso, los cementerios. Acostaos en ellos y dormid, viajeros desalentados.
Como regla, una cosa que se hace útil deja de ser bella.
La música es el más caro y más desagradable de los ruidos.
¡La doncellita! Ella es un recuerdo del cielo, en la trama de la vida una flor bordada en oro, un rayo de sol que sonríe en las olas!
Genio es aquel que, en todo instante, sabe plasmar en hechos sus pensamientos.
Creemos en la autonomía del arte... Todo artista que se propone otra cosa que no sea lo bello no es, a nuestros ojos. un artista; jamás pudimos comprender la separación entre la idea y la forma... Una forma bella es una bella idea, porque, ¿qué sería una forma que no expresara nada...?
Esculpe, lima, cincela; que tu flotante ensueño quede fijado en el duro bloque.
En todo momento, los prudentes han prevalecido sobre los audaces.
De todas las ruinas del mundo, la ruina del hombre es, sin duda alguna, el más triste espectáculo.