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No contemples las faltas de los otros, sino sus virtudes, y piensa en tus propios defectos y debilidades.
Teresa de Jesús
Lee y conducirás, no leas y serás conducido.
El que quiere conseguir todo debe renunciar a todo.
La perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo.
No me vendo, es el único lujo de los pobres.
El amor mundano apega a esta vida; el amor divino por la otra suspira. Sin ti, Dios eterno, ¿Quien puede vivir?
Si Satanás pudiera amar, dejaría de ser malvado.
Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos.
Hay que agotar todos los esfuerzos antes de quejarse.
¡Cuan triste es, Dios mío, la vida sin ti!
Harta misericordia nos hace a todos los que quiere Su Majestad entendamos que es El, el que está en el Santísimo Sacramento. Mas que le vean descubiertamente y comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho desean, porque estos son sus verdaderos amigos.
Use siempre hacer muchos actos de amor, porque encienden y enternecen el alma.
Es gran bien tener deseos, ya que no pueden ser grandes las obras.
Quien no amare al prójimo no os ama, Señor mío.
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta.
Considero yo muchas veces, Cristo mío, cuán sabrosos y cuán deleitosos se muestran vuestros ojos a quien os ama, y Vos, Bien mío, queréis mirar con amor.
Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.
Siempre he visto en mi Dios harto mayores y más crecidas muestras de amor de lo que yo he sabido pedir ni desear.
No hay que menester alas para ir a buscar a Dios, sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí
La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.
El amor de Dios es el árbol de la vida en medio del paraíso terrenal.
¡Ay que larga es esta vida! ¡qué duros estos destierros! ¡esta cárcel, estos hierros en que el alma está metida! Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero, que me muero porque no muero.
He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.
El verdadero amante en todas partes ama y siempre se acuerda del amado.
Que nada te traume, que nada te turbe, todo se pasa, solo Dios basta.
No le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama.
Las cosas de este mundo son tan vanas que parecen juegos de niños.
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