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Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos...
Teresa de Jesús
Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.
Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz.
Pocos son los que se tienen por desgraciados, si no es comparándose con los más dichosos.
Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.
Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero, que muero porque no muero.
La vida es una mala noche en una mala posada.
¡Oh Señor y verdadero Dios mío! Quien no os conoce, no os ama.
Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios.
La única razón que encuentro para vivir, es sufrir y eso es lo único que pido para mí.
Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.
Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados... tener a todos por mejores que nosotros...
Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino en el portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió
Si no hemos perdonado nosotros, demos sentencia contra nosotros, que no merecemos perdón.
En cuanto empecé a caer en la cuenta de la pérdida que había sufrido, comencé a entristecerme sobremanera; entonces me dirigí a una imagen de Nuestra Señora y le rogué con muchas lágrimas que me tomase por hija suya.
El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él.
Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.
La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo.
Fuiste por amor criada hermosa, bella, y ansía en mis entrañas pintada, si te pierdes, mi amada, alma, buscarte has en mí.
¿Quien no temerá habiendo gastado gastado parte de la vida en no amar a su Dios?
Y sin amor todo es nada.
Mire yo a mi Amado y mi Amado a mí; mire El por mis cosas y yo por las suyas.
Sólo amor es el que da valor a todas las cosas.
Darse del todo al Todo, sin hacernos partes.
La verdad padece, pero no perece.
No sabemos amar... No está en el mayor gusto sino en la mayor determinación de desear contentar en todo a Dios...
Esta fuerza tiene el amor si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos.
Quizás no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios y procurar en cuanto pudiéremos, no ofenderle.
Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; más no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo.
En la cruz esta la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.
El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos.
El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras.
Tener gran confianza... Quiere su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza e sí.
Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden.
No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.
Es imposible... Tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende que está favorecido de Dios.
Tengo experiencia en lo que son muchas mujeres juntas. ¡Dios nos libre!
Es una gran virtud tener a todos por mejores que nosotros.
Mira que el amor es fuerte, vida, no me seas molesta; mira que sólo te resta, para ganarte, perderte.
Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta.