Imágenes
Ordeña la vaca que tienes delante. ¿Por qué ir tras la que huye?
Teócrito
No es Pluto el único dios ciego, también lo es Amor, siempre insensato.
Ahora conozco a Amor, dios terrible, de leona fue el pecho que mamó y en agreste bosque lo crió su madre. Él me quema poco a poco y me hiere hasta la médula de los huesos.
La esperanza es para los que aún viven; los muertos no tienen ninguna.
No mostraba su amor con manzanas, ni con rosas, ni rizos, sino con verdadero frenesí.
Benigna con todos los mortales, inspira desde allí dulces amores y mitiga las cuitas del que añora.
¡Oh Diofantol Sólo la pobreza es capaz de despertar las artes.
Si las musas se llevan de premio una oveja, obtendrás tú de galardón un cordero amamantado en la majada; si a ellas les place tomar el cordero, te llevarás tú después la oveja.
Vienes en cuanto el dulce sueño me domina, marchas en cuanto el dulce sueño me abandona, huyes cual oveja que viera a cano lobo.
La mujer está hecha así: ligera y voluble, os rehuye si la amáis, y os ama si la rehuís.
Dame tú ahora la cabra y el vaso para ordeñarla y libar a las Musas. Adiós mil veces, musas, adiós. En honor vuestro cantaré yo otro día también con más dulzura.
No ser mal anfitrión, sino obsequiar al huésped en la mesa, y dejarlo marchar cuando le plazca irse.
Al igual que la cigarra es amiga de la cigarra y la hormiga lo es de la hormiga, así el cantor lo es de la musa y del canto.
Muchas veces, ¡oh, PoIifemo!, lo que no es bello lo parece.
Las musas son diosas, y, como diosas, cantan a los dioses; nosotros, acá, somos mortales: como mortales, a mortales cantemos.
Para los dioses el más bello presente es el canto.