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No estamos para ser simpáticos, estamos para ser eficientes.
Teddy Bautista
Me hace muchísima gracia que el copyleft empiece a hacer la cultura gratis y no las viviendas, la comida, la sanidad, la educación, qué poco left es ése.
El que compra cedés vírgenes no paga ningún canon.
Un buen capitán no se baja del barco hasta que a los marineros los ponen en un bote y llegan a tierra y a mi los marineros no me han retirado ni el apoyo ni la confianza.
Mire, yo, como decía Vázquez Montalbán, soy un marxista en fase de descompresión anarquista. Preferiría ir hacia un modelo de autorregulación. Pero hasta que no llegue ese momento o el Estado no subvencione a los artistas como a los del sector del lino, toca defenderse.
Antes no había asociaciones de internautas, ni comunidades electrónicas, y ahora cualquier pendejo electrónico está construyendo la nueva democracia digital.
Está muy bien hacer un concierto por un niño que tiene una enfermedad. Pero los autores pagan unos impuestos de cojones, más que Cristiano Ronaldo, y no tienen derecho de imagen que les permita aminorar la carga fiscal o irse a paraísos fiscales, sino que pagan sus impuestos. Pues con mis impuestos quiero que la sanidad pública cure a ese niño.
Ninguna ley tiene carácter retroactivo.
¿Por qué se cierra el sello Autor o la editorial? Porque estaban gestionados con modelos obsoletos. Tiene que haber una redefinición del mercado discográfico.
Esta polémica es gratuita. El canon está firmado y fijado. No tiene freno, no hay marcha atrás.
Si se exime a las empresas del canon digital los particulares pagarán más.
El canon no es un canon, es un derecho que compensa la pérdida que se produce cuando por medios tecnológicos lo que antes era un producto singular deja de serlo y entonces disminuye la venta.
El Canon es agua pasada, se paga y ya está, a quién no le guste que se aguante. Yo también pago muchas cosas que no me gustan.
El ciudadano debería ponernos como ejemplo de cumplidores de las leyes. Hay leyes que son antipáticas, y que se tienen que reformar, pero ése es el rol del legislador, no el nuestro.
Bajar música es como robar un jersey en unos grandes almacenes... Yo represento a los creadores, que son los albañiles, los del andamio.
El Dinero que obtengo, perdón, obtenemos de la protección de derechos de autor es necesario para todos, incluso para los niños del tercer mundo.
No es en Internet, como cree todo el mundo, donde se van a encontrar las cosas más novedosas, sino fuera, en un club, local de ensayo o festival de música celta.
Ganan más vendiendo un kilo de discos que uno de hachís. El disco no tiene riesgo, si viene la policía, como mucho hay que recoger y esperar 10 minutos. Los inmigrantes ya saben que España es un chollo. Pueden vender en la calle y no les pasará nada. Cada vez vienen más.