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Toma para ti los consejos que das a otro.
Tales de Mileto
Lo más fuerte es la necesidad, porque domina todo.
La cosa más fácil es hablar mal de los demás.
Cuida tus palabras; que ellas no levanten un muro entre ti y los que contigo viven.
Muchas palabras no son signo de ánimo prudente.
Sea tu oráculo la mesura.
La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás.
El agua es el elemento y principio de las cosas.
La belleza no dimana de un cuerpo hermoso, sino de las bellas acciones.
Muchas palabras nunca indican mucha sabiduría.
Lo más hermoso es el mundo, porque es obra de Dios.
La esperanza es el único bien común a todos los hombres. Los que todo lo han perdido la poseen aún.
Elige una sola cosa buena.
Todas las cosas están llenas de dioses.
Si buscas una buena solución y no la encuentras, consulta al tiempo, puesto que el tiempo es la máxima sabiduría.
Busca siempre un quehacer; cuando lo tengas no pienses en otra cosa que en hacerlo bien.
De todas las cosas la más antigua es Dios, porque no fue creado.
Muchas palabras no dan prueba del hombre sabio, porque el sabio no ha de hablar sino cuando la necesidad demanda, y las palabras han de ser medidas y correspondientes a la necesidad.
Lo más sabio es el tiempo, porque esclarece todo.
Aísla tu persona en tu mundo interior y reflexiona sobre el sistema del universo.
La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber.
Lo más grande es el espacio, porque lo encierra todo.
Quebrantará así la lengua de los charlatanes.
¡Ay Tales! no eres capaz de ver lo que pasa a tus pies y percibir el cielo al mismo tiempo.
Todo es animado y todo está lleno de dioses.
Si la envidia es natural en los hombres, mejor que ocultes tu prosperidad y así evitarás provocar la envidia.
El trabajo aumenta la virtud. El que no sabe cultivar las artes, trabaje con la azada.
Busca una sola sabiduría.
Estoy agradecido a mi destino por tres cosas; por haber nacido humano, por haber nacido hombre no mujer, por haber nacido heleno no bárbaro.
El placer supremo es obtener lo que se anhela.
Lo más veloz es el entendimiento, porque corre por todo.