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Concentrarse es mantener la mente fija en una forma u objeto durante largo tiempo. Para hacer desaparecer las oscilaciones de la mente y algunos otros obstáculos que se encuentran en el camino debe practicarse la concentración en una sola cosa.
Swami Sivananda
El carácter es el factor determinante de la victoria y la derrota, del éxito y del fracaso en todos los campos de la vida. Un hombre de buen carácter disfruta de la vida aquí y más allá.
El ser disciplinado produce una gran fuerza de voluntad. Los sentidos y la mente le obedecen con fidelidad. El hombre disciplinado toma solamente aquellos objetos que son necesarios para el mantenimiento del cuerpo sin apegarse a ellos ni odiarlos.
Cultiva la atención y tendrás buena concentración. Una mente serena es la más adecuada para la concentración. Mantén tu mente serena. Se siempre alegre. Solamente así podrás concentrarte.
Tu mente es omnipotente. Es capaz de conseguir cuanto se proponga. Las cosas ocurren tal como tú las imaginas dentro de tu mente. Cualquier cosa en la que pienses intensamente terminará materializándose y llevándose a efecto.
Aprende a ver a Dios en todo lugar. Ese es el mejor alimento para la vista.
El hombre no tiene descanso hasta que descansa en Dios.
El hombre es dueño de su propio destino. Tú mismo, por el poder de tu pensamiento, creas tu destino. Pero puedes anularlo si quieres. Todas las facultades, energías y poderes están latentes en ti. Desarróllalas y hazte libre y grande.
El ideal de una persona no servirá para otra. Quien abrigue un ideal que no pueda alcanzar, se sentirá decepcionado. Deberías tener tu propio ideal. Puedes alcanzarlo ahora o dentro de diez años. No importa demasiado. Todo el mundo debiera tratar con su mejor empeño de vivir de acuerdo con este ideal. Toda tu energía, fuerza nerviosa y voluntad han de ser puestas al servicio de este ideal.
La voluntad es el rey de los poderes mentales.
Crece en los poderes de la mente. Interés, atención, voluntad, fe y concentración te aportarán los frutos deseados.
El mundo es una gran escuela donde las personas tienen amplias oportunidades de convertirse a sí mismas en individuos mejores.
Tras todos los descubrimientos e invenciones, tras todas las religiones y filosofías, tras todos los planteamientos, salvadores o destructores, está siempre el pensamiento.
Los pensamientos son los ladrillos con los que has de construir el edificio de tu personalidad. El pensamiento determina el destino. El mundo que te rodea es el reflejo de tus propios pensamientos.
No pierdas ninguna oportunidad. Saca provecho de todas las ocasiones. Toda oportunidad está encaminada a tu desarrollo y perfección.
No trates de alejar los pensamientos irrelevantes y poco importantes. Cuanto más lo hagas, más intensamente retornarán y con mayor fortaleza. Desgastarás tu energía y tu voluntad. Se indiferente.
Revístete de una naturaleza buena. Piensa bien de todos. Haz siempre buenas acciones. Sirve, ama, da. Haz felices a otros. Disfruta sirviendo a otros. Así cosecharás felicidad. Te verás rodeado de circunstancias y oportunidades favorables.
El poder creativo es el privilegio de todas las mentes. Tus propios esfuerzos, guiados por tu aspiración, constituyen la trama y la urdimbre de tu destino.
La belleza es esencialmente espiritual. La belleza auténtica yace en el propio corazón.
La ilusión y el apasionamiento se conquistan mejor con el cultivo de la discriminación. La vanidad se supera con simplicidad. La arrogancia con cortesía.
Los que albergan pensamientos de odio, celos, venganza y malicia son verdaderamente personas muy peligrosas. Causan inquietud y mala voluntad entre los hombres.
Así como las nubes son la fuente principal de la lluvia, así el control de tus propios pensamientos es la fuente de la prosperidad duradera. Tú eres tu propio amigo o tu propio enemigo. Si no te salvas a ti mismo con pensamientos amables, no hay otro remedio.
Todo hombre tiene su propio mundo mental, su propio modo de pensar, sus propias formas de entender las cosas y sus propias maneras de actuar.
¡Oh hombre! Eleva tu vista en la dirección debida y utiliza leyes justas. Genera pensamientos positivos. Recuerda tu objetivo. Es muy fácil desviarse por las sendas laterales.
Construye tu carácter. Tú puedes modelar tu vida. El carácter es poder, es influencia, conquista amigos. Con el carácter se obtienen liderazgo y apoyo.
Quien difunda la felicidad obtendrá siempre circunstancias favorables que le produzcan a él mismo felicidad. Quien lleve el dolor a otros se verá inmerso, sin duda, de acuerdo con la ley del Pensamiento, en circunstancias que le produzcan miseria y dolor. Por lo tanto, el hombre crea su propio carácter y circunstancias por la manera en que desarrolla su pensamiento.
El hombre no es un producto de las circunstancias. Sus pensamientos son los arquitectos de sus circunstancias. Un hombre de carácter construye una vida en cualquier circunstancia. Se afana y persevera firmemente. Camina hacia adelante con bravura.
El sabio construye una isla que ninguna corriente puede arrastrar.
Las personas varían en su capacidad y fortaleza, físicas y mentales, para hacer cosas. Por lo tanto, cada uno ha de tener el ideal que se ajuste mejor a su temperamento y capacidad y tratar de lograrlo con una acción entusiástica y dinámica.
Ten fe en el propio esfuerzo y en la propia confianza. Con el poder de los pensamientos puedes determinar tu destino.
El pensamiento es un puente que conecta lo humano con lo Divino. Tu cuerpo, tus negocios, tu hogar, son solamente ideas dentro de tu mente.
Las personas felices y contentas son una bendición para la humanidad. Aportan felicidad a otros.
Todos los malos pensamientos conforman malos semblantes. Pero no hay que desesperar porque no existe oscuridad sin luz. Siempre hay una respuesta sublime a todas las necesidades humanas. Todo es posible para aquellos que creen en la posibilidad.
Siembra una acción y cosecharás un hábito. Cultiva un hábito y obtendrás un carácter. Cultiva un carácter y cosecharás tu propio destino.
Con la fuerza del pensamiento se puede mover el mundo. El pensamiento tiene gran poder. Puede transmitirse de un hombre a otro.
Un carácter fuerte se forma por medio de pensamientos fuertes y nobles. Un buen carácter es el fruto del esfuerzo personal. Es el resultado de los propios empeños personales.
La influencia de los pensamientos en la concentración y reconstrucción del cuerpo es muy sensible y poderosa.
No almacenes en tu mente información inútil. Olvida cuanto no te sea de utilidad. Solamente así podrás llenarla de pensamientos divinos, renovando tu fortaleza mental, puesto que los rayos disipados de la mente estarán, de este modo, concentrados.
Pequeños actos amables, pequeñas cortesías, pequeñas consideraciones, pequeña benevolencia, cuando se practican habitualmente, dan mayor encanto al carácter que grandes conferencias, oratoria, discursos y exhibición de talentos desde el estrado.
No es la riqueza ni el poder, ni el mero intelecto lo que gobierna al mundo. Es el carácter moral, asociado con la excelencia moral, quienes realmente rigen todo el Universo.