Imágenes
Los cerebros jóvenes a veces compensan la falta de experiencia con su idealismo. Nada les parece imposible.
Suzanne Collins
Tienes tanto encanto como una babosa muerta.
Así que, después, cuando me susurra: - Me amas. ¿Real o no? Yo respondo: - Real.
Quizá la chica no se acuerde de mí, aunque sé que me engaño: no se te olvida la cara de la persona que era tu última esperanza.
En los bosques me espera la única persona con la que puedo ser yo misma: Gale.
Los colores vienen y se van, cambian y se funden, exactamente de la misma forma que el carbón.
¡Es que no quiero que me conozcan! ¡Ya me están quitando el futuro! ¡No pueden llevarse también lo que me importaba en el pasado!
Quiero hacer algo ahora mismo, aquí mismo, algo que los avergüence, que los haga responsables, que les demuestre que da igual lo que hagan o lo que nos obliguen a hacer, porque siempre habrá una parte de cada uno de nosotros que no será suya.
Lo cojo de la mano con fuerza, preparándome para las cámaras y temiendo el momento en que no me quede más remedio que dejarlo marchar.
Y, de repente, es como si no existiera nadie más en el mundo que estas dos personas que atraviesan el espacio para encontrarse. Chocan, se abrazan, pierden el equilibrio, se dan contra una pared y allí se quedan, convertidos en un solo ser indivisible.
Sin embargo, hay gato encerrado. Digamos que eres pobre y te estás muriendo de hambre, como nos pasaba a nosotras. Tienes la posibilidad de añadir tu nombre más veces a cambio de teselas; cada tesela vale por un exiguo suministro anual de cereales y aceite para una persona. También puedes hacer ese intercambio por cada miembro de tu familia,
Sé que el minuto debe de estar a punto de acabar y tengo que decidir cuál será mi estrategia.
No tienen derecho a arrebatarte la vida y la libertad. Todos nacemos con esas cosas y nadie tiene derecho a robárnoslas. Ganar una guerra no les da ese derecho.
La muerte de Rue me ha obligado a enfrentarme a mi furia contra la crueldad, contra la injusticia a la que nos someten.
No puedo rendirme sin luchar.
No te preocupes, cuando terminen conmigo estaré irreconocible. - Bien. A ver si demostramos un poco de orgullo de distrito para variar, señorita Everdeen, ¿eh?
Dijiste que estás enamorado de mí desde que tienes uso de razón. ¿Cuándo empezó esa razón?
En ese único levísimo movimiento, veo el fin de la esperanza, el principio de la destrucción de todo lo que quiero en el mundo. No puedo adivinar qué forma tomará mi castigo, qué amplitud abarcará la red, pero cuando termine, lo más probable es que ya no quede nada.
El amarillo brillante que significa renacer en vez de destrucción. La promesa de que la vida puede continuar, sin importar lo malo de nuestras pérdidas. Que puede ser buena de nuevo.
Su voz era muy bonita, alta, clara y tan llena de vida que te daban ganas de reír y llorar a la vez.
Es normal que no nos impresione mucho: acabamos de ver a Finnick Odair en ropa interior.
¿Por qué habla esta gente con un tono tan agudo? ¿Por qué apenas abren la boca para hablar? ¿Por qué acaban todas las frases con la misma entonación que se usa para preguntar? Vocales extrañas, palabras recortadas y un siseo cada vez que pronuncian la letra ese... Por eso a todo el mundo se le pega su acento, claro.
Cuando termina el himno y la pantalla se oscurece, la habitación guarda silencio. Mañana al alba nos levantarán y nos prepararán para el estadio. Los juegos en sí no empiezan hasta las diez, porque muchos de los habitantes del Capitolio se levantan tarde, pero Peeta y yo tenemos que empezar temprano. No se sabe lo lejos que estará el campo de batalla elegido para este año.
Hasta el día de hoy, no he sido capaz de romper la conexión entre este chico, Peeta Mellark, el pan que me dio esperanza y el diente de león que me recordó que no estaba condenada.
Digo que es mi amigo, aunque, en el último año, parece una palabra demasiado suave para explicar lo que Gale significa para mí.
Recuerda que estamos locamente enamorados, así que puedes besarme cuando quieras.
Agentes de paz, rebeldes, ciudadanos, ¿Quién sabe? Todo lo que se mueve es un objetivo. La gente dispara como reflejo, y yo no soy la excepción. Con el corazón palpitando, la adrenalina ardiendo a través de mí, todo el mundo es mi enemigo.
Saber apreciar la belleza, no es lo mismo que sentir debilidad.
Para que haya traición debe haber primero confianza.
Colocada sobre mi tocador, esa rosa blanca como la nieve es un mensaje personal para mí. Habla de asuntos inconclusos. Susurra: Puedo encontrarte. Puedo alcanzarte. Quizá te estoy observando justo ahora.
El espectáculo no se acaba hasta que canta el sinsajo.
Desearía poder congelar este momento, justo aquí justo ahora, y vivir en él para siempre.
Alza las manos ante la débil llama que arde en un extremo de un tronco carbonizado. Su piel está tan pálida que parece traslúcida y puedo ver el fuego brillar a través de ella.
Los dos sabemos que, con cada vítor, Peeta se aleja más y más de nuestro alcance.
Me doy la vuelta y veo que la mayoría de los vencedores se han parado para mirarme. Sus rostros muestran cualquier cosa desde la envidia y el odio a la admiración.
¿Qué haces? -le pregunto, suspicaz. - ¿Y qué haces tú? Si quieres que Haymitch te ayude, tiene que saber de lo que eres capaz. No te subestimes.
No. Cuando llegue el momento estoy seguro de que mataré como todos los demás. No puedo rendirme sin luchar. Pero desearía poder encontrar una forma de... De demostrarle al Capitolio que no le pertenezco, que soy algo más que una pieza de sus juegos.
lo descubrí mirándome desde el otro lado del patio. Nuestras miradas se cruzaron durante un segundo; después, él volvió la cabeza. Yo bajé la vista, avergonzada, y entonces lo vi: el primer diente de león del año.
Les diré cómo sobreviví. Les diré que en las malas mañanas, se siente imposible encontrar placer en algo porque tengo miedo de que pueda serme arrebatado. Ahí es cuando hago una lista en mi cabeza de cada acto de bondad que he visto a alguien hacer. Es como un juego. Repetitivo. Incluso un poco tedioso después de más de veinte años. Pero hay juegos mucho peores que jugar.
Gale, a quien nunca he visto llorar, tiene lágrimas en los ojos. Para evitar que se derramen, me inclino hacia delante y presiono mis labios contra los suyos. Sabemos a calor, cenizas y miseria. Es un sabor sorprendente para un beso tan suave.