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Antes de juzgar a una persona, camina durante tres lunas con sus mocasines.
Susanna Tamaro
Es extraño, pero a menudo ocurre que determinadas personas, importantes en nuestra existencia, al principio no nos gustan nada.
Luchar para que la Luz conquiste cada vez más espacio en nosotros, sustrayéndolo a la oscuridad, es el trabajo que le espera a cada persona que persiga la búsqueda de la verdadera libertad.
A veces tenemos que perder las cosas para entender la importancia que tienen.
Cuando somos niños nos gusta mucho subir a los desvanes, en la vejez no tanto. Todo lo que era misterio, descubrimiento aventurero, se vuelve dolor del recuerdo.
Siempre hay alguien que te dice lo que debes hacer, ya no existe el silencio, en todas partes hay ruido; si tú no estás con tus propios pensamientos, cómo vas a entender el sentido de las cosas, es imposible. Vivimos bajo una manipulación perversa, muy sutil.
La vida no es una carrera, sino un tiro al blanco, lo que importa no es el ahorro de tiempo, sino la capacidad de encontrar una diana.
Donde el corazón te lleve es la historia de la búsqueda del propio ser más profundo.
El momento de nuestra muerte no es el discurrir de toda la vida lo que veremos, como dicen, sino sólo una pequeña parte: los gestos de amor perdidos, la caricia no hecha, la comprensión no dada, esa inútil mala cara mantenida demasiado tiempo, esa terquedad alimentada sólo de sí misma.
Una idea de uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer.
Escribir significa ir hasta el fondo de las cosas, con lucidez y crueldad, sin dejarse deslumbrar por nada.
En lo más profundo de cada vida fluye una sabiduría secreta que hace llegar las cosas justas en el momento justo.
En lo que el hombre abandona, la naturaleza, de inmediato, muestra su rostro más hostil.
La felicidad siempre tiene un objeto, somos felices por algo, es un sentimiento cuya existencia depende de lo exterior. La alegría, en cambio, no tiene objeto. Te posee sin ningún motivo aparente, en su esencia se parece al sol: arde gracias a la combustión de su propio corazón.
Es en la amistad donde el ser humano conoce la forma más sorprendentemente elevada de una relación.
En la vida de cada hombre, sólo existe una mujer con la cual puede conseguir una unión perfecta, y en la vida de cada mujer sólo hay un hombre con el que ella puede ser completa.
El amor no conviene a los perezosos, para existir en plenitud exige gestos fuertes y precisos.
No son las cosas que hacemos las que dan calidad a nuestros días, sino cómo las hacemos.
El destino no es otra cosa que el camino que debes recorrer para encontrarte a ti mismo.
Las lágrimas que no brotan se depositan sobre el corazón, con el tiempo lo cubren de costras y lo paralizan como la cal que se deposita y paraliza los engranajes de la lavadora.
El corazón se parece a una cámara de combustión. Allí dentro hay tinieblas, tinieblas y fuego.
Sin soledad es imposiblecomprender el sentido del tiempo. Y si no se comprende el sentido del tiempo, no se puede entender el sentido del hombre.
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