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Muchos cocineros estropean el puchero.
Stephen King
El mal puede tener muchas cara, incluso podría tener la tuya.
En mi opinión, escribir es un acto secreto, tan secreto como soñar.
En igualdad de condiciones, la explicación más simple es generalmente la correcta.
Debo aceptar las cosas sobre las que no tengo ningún control. Debo convertir las adversidades en ventajas.
Además, debía tener en cuenta la temida resaca.
Soy el equivalente literario de un Big Mac y patatas fritas.
Todo lo que puede ir mal, irá mal.
La cosa más importante a la hora de generar suspenso es lograr la identificación con un personaje. Hay que tomarse el tiempo necesario y hacer que el lector se preocupe por los personajes de la historia.
Preferiría romperme un brazo jugando a Paracaidistas del Infierno que tener que llamar a mis viejos desde el cuartelillo. De hecho, antes preferiría romperme los dos brazos y pillármela con la bragueta. Bueno, eso último tal vez no.
Lo que todo buen relato te debiera proporcionar: hacerte olvidar por un rato lo que te agobia y transportarte a algún lugar en que nunca hayas estado. Es la magia más amable que conozco.
Un hombre con una buena esposa es la criatura más afortunada del mundo.
La clave de escribirdiálogos buenos, como en todos los aspectos de la narrativa, es la sinceridad.
Una buena idea es como un yo-yo que puede ir hasta el final de su cadena, pero no morir allí, sino que sólo duerme. Eventualmente se retrocede hasta en la palma de su mano.