Frases de Stephen King

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Escribo de mañana. Es cuando me dan ganas de escribir. Y normalmente eso va de las 8 hasta el mediodía o la tarde. Es cuando me siento mejor.

La esperanza es una cosa buena, quizá la mejor de todas, y las cosas buenas nunca mueren.

Cuando me preguntan: ¿Cómo escribir? Siempre respondo: una palabra a la vez.

No hay buenos amigos ni malos amigos, sólo personas con las que uno quiere estar, necesita estar; gente que ha construido su casa en nuestro corazón.

Ningún verano dura eternamente.

Por un momento todo estuvo claro, y cuando eso pasa uno ve que el mundo apenas existe en realidad. ¿No lo sabemos todos en secreto? Es un mecanismo perfectamente equilibrado de gritos y ecos que se fingen ruedas y engranajes, un reloj de sueños que repica bajo un cristal de misterio que llamamos vida.

Más allá del alcance de la humana, experiencia una gota de infierno, un toque de demencia...

... he envejecido (una fatalidad que, a veces, pienso ocurrió a mis espaldas)...

La realidad es una capa de hielo muy fina, pero la mayoría de la gente patina sobre ella durante toda su vida y nunca caen y se hunden del todo.

El hogar es ese sitio donde, cuando tenemos que volver, están obligados a recibirnos.

El universo no tiene limites, y cuando ves todas esas estrellas y sabes que mas allá hay aún mas, es mas facil creerlo.

Internet, tío... es una caja mágica.

El francés es el lenguaje que convierte la suciedad en romance.

Si no hubiera quienes triunfan contra toda probabilidad, creo que todo el mundo renunciaría.

La fragmentación es muy útil para estilizar la narración, generar imágenes nítidas y crear tensión, además de infundir variedad a la prosa.

El niñociego de nacimiento no sabe que es ciego hasta que se lo dicen. Aun entonces tiene sólo una idea muy vaga de lo que significa la ceguera.

Mi trabajo es procurar que los personajes de ficción tengan un comportamiento que sea a la vez útil para la historia y verosímil a la luz de lo que sabemos de ellos (y de lo que sabemos de la vida real, claro).

Tal vez por eso Dios nos hizo niños para empezar cerca del suelo.

Los viajes por el camino del recuerdo nunca son buenos cuando se está deprimido.

Los monstruos son reales, y los fantasmas también: viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan.

La ficción es la verdad dentro de la mentira.

Mejor seguir dando besos a riesgo de algún que otro bofetón que suprimirlos por completo.

Los sueños son cosas incorpóreas, como la niebla misma.

Uno solo encuentra una vez en la vida a esos amigos que se encuentran solo una vez en la vida.

La estupidez es una de las dos cosas que, en retrospectiva, vemos con mayor claridad. La otra son las oportunidades perdidas.

Te das cuenta de que te hallas en un infierno de tu propia creación, pero sin embargo continúas adelante. Porque no queda otra cosa que puedas hacer.

Aprender es descubrir lo que ya sabemos. Enseñar es recordar a otros que lo saben tan bien como nosotros. Todos somos aprendices, hacedores, maestros.

Jesucristo nos enseño a poner la mejilla y a amar a nuestros enemigos. Eso predicamos hipócritamente, pero cuando recibimos un golpe, casi todos nosotros lo devolvemos por duplicado.

La mente era una pizarra. El alcohol era el borrador.

Nuestra casa es el sitio donde quieren que nos quedemos más tiempo.

Cada vida hace su propia imitación de la inmortalidad.

Verás, Danny, lo que tú tienes yo lo llamo esplendor, es lo que la Biblia llama tener visiones y algunos hombres de ciencia precognición.

El mundo gira y así son las cosas. Uno puede resignarse y girar con él o levantarse para protestar y seguir girando de todos modos.

El tiempo se lo lleva todo y al final sólo queda oscuridad. A veces encontramos a otros en esa oscuridad y otras veces los perdemos en ella.

El tiempo lo cura todo. El tiempo se lo lleva todo y al final sólo queda oscuridad.

Sólo los enemigos dicen la verdad. Los amigos y los amantes siempre mienten en algún punto.

Si no tienes tiempo para leer, no tendrás herramientas para escribir.

Después de todas las cosas que había visto y por las que había pasado, sabía que las sombras podían ser peligrosas. Podían tener dientes.

A veces encontramos a otros en esa oscuridad y otras veces los perdemos en ella.

Nunca mientas cuando puedes decir la verdad. La verdad no es siempre el camino más seguro, pero sí las más de las veces.

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