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Sabía lo bastante acerca de la felicidad para darse cuenta de que, si alguna vez la encontraba, tendría que ser dentro de sí mismo.
Spencer Johnson
Adáptate rápidamente al cambio.
Aquello a lo que temes no es nunca tan terrible como lo imaginas. El temor que dejas crecer en tu mente es mucho peor que la situación real.
Una cosa que hago cuando me siento agobiado, cuando todo corre prisa y pierdo la perspectiva, es formularme otra pregunta sencilla: De aquí a diez años, ¿Qué importancia tendrá todo esto?
Al principio, sintió tristeza por la pérdida de su viejo amigo. Después, experimentó inseguridad, y la inseguridad se convirtió en temor. Jamás aprendería a ser feliz, hasta que un día... Aceptó por fin la única verdad. Sólo en él radicaba la capacidad para encontrar la felicidad.
Antes de poder atender a algo o a alguien, debo aprender a atenderme a mí mismo.
El presente se reduce a comprender que: yo soy yo, de la manera en que soy... Justo en ese momento. Y ese es un regalo perfecto.
Cuanto más cuido de mí mismo, menos resentimiento e irritación tengo, y más cariñoso me muestro conmigo mismo y con los demás.
El regalo perfecto no es un objeto que alguien pueda entregarte. Es un presente que sólo tú puedes obsequiarte.
La clave de una buena relación es el equilibrio.
Si eres tú quien provoca el cambio, ya no te asustará.
Puedes ver satisfechas algunas necesidades muy importantes..., como la de romanticismo, ternura y afecto. Pero no las necesidades primarias..., como ser feliz. De eso debes cuidar tú mismo.
Las riquezas son presentes ambicionados pero... La riqueza del regalo perfecto radica en el propio presente.
Unas veces conviene mirar primero por los demás, y otras veces es preferible cuidar primero de mí mismo. Lo bueno del asunto es que la manera de cuidar de mí mismo suele servir también para otros. Y hacer caso de los demás es una manera de hacerme caso a mí mismo. Eso hace que me sienta equilibrado y lleno de paz.
En un minuto de silencio a solas conmigo mismo, primero adquiero conciencia, de lo que estoy haciendo, y luego puedo elegir si voy a buscar un camino mejor.
Ahora disfrutaba el presente, no deseaba encontrarse en otro sitio. Vivía el presente por completo y transmitía ese gozo a las personas que estaban a su alrededor. El hombre sonrió, igual que el anciano solía sonreír. Ahora sabía. Ahora podía elegir entre ser feliz ese instante o soñar con la felicidad y esperar a que ésta llegara...
Es lo que pasa cuando uno desea el dinero, lo consigue, y descubre que no le trae la felicidad, y sin embargo ambiciona todavía más, creyendo que al fin eso va a hacerle feliz.
Cada vez que se sentía descorazonado se decía que lo que estaba haciendo, por muy incómodo que le resultara, era mejor que quedarse en la anterior situación, sin queso. En lugar de conformarse con que las cosas sucedieran, comenzaba a tomar el control.
Cuando las cosas se complican y me siento confuso -agregó-, me las arreglo recordando lo siguiente: Si es complicado, seguramente forma parte del problema. Si es sencillo, podría ser una solución.
El Queso Nuevo puede ser una relación nueva con la misma persona.
Entonces se dio cuenta de que sus temores sólo empeoraban las cosas, de modo que se rió de sí mismo e hizo lo que hubiera hecho de no estar asustado: avanzar en una nueva dirección.
El dolor surge de la diferencia entre lo que es el presente y lo que desearía que fuera.
Cuando me parece que la gente no me trata bien, considero cómo me trato a mí mismo.
Me trato a mí mismo como me gustaría que me tratasen los demás.
Él mismo se había planteado aquellas preguntas muchas veces y sintió de nuevo los temores que le habían mantenido aferrado al lugar en el que se encontraba.
Cuanto antes te desprendas del queso viejo, antes encontrarás queso nuevo.
Supongo que mi propio miedo al fracaso me ha impedido tener éxito hasta ahora.
O cambias o te extingues.
Creo que el queso nuevo no es más que una nueva forma de ver tu situación y de actuar de forma diferente. Como dejar de odiar a tu padre por haberos abandonado, o dejar de estar siempre triste por algo que no puedes cambiar.
Las cosas sólo pueden mejorar cuando uno deja de hacer lo que no sirve.
Controla el cambio: huele el queso a menudo para saber cuándo empieza a enmohecerse.
Si tú abandonas y, en contra de tu propio interés, haces lo que quiere la otra persona, tarde o temprano nacerá dentro de ti el resentimiento. Y entonces, sólo es cuestión de tiempo el que tú, consciente o inconscientemente, encuentres la manera de vengarte de la otra persona.
Cada uno de nosotros sabe lo que es bueno para él. Sólo necesitamos detenernos el tiempo suficiente para hacer caso de nosotros mismos.
Si es complicado, seguramente forma parte del problema. Si es sencillo, podría ser una solución.
Tu manera de ver la vida es la mejor manera de cuidar de ti mismo. Tu perspectiva es lo que te hunde o te levanta. Y la actitud es algo que podemos elegir.
Le pareció que él siempre había sido considerado con la gente. En realidad, por lo general le importaba más lo que pudieran pensar de él los demás, que lo que pensaba él de sí mismo. Era la opinión de los demás acerca de él lo que más le preocupaba. Ahora comprendía que lo importante no era lo que los demás pensaran de él, sino lo que pensaran de sí mismos.
Notar enseguida los pequeños cambios ayuda a adaptarse a los cambios más grandes que están por llegar.
Sabía que, en ocasiones, algo de miedo puede ser bueno. Si temes que las cosas empeoren si no haces nada, eso te puede mover a la acción. Sin embargo, de nada sirve estar tan asustado que el miedo te impida actuar.
Algunas personas comprenden el valor del valioso presente cuando aún son jóvenes. Otras lo comprenden en la madurez. Otras más, al alcanzar la vejez y algunas jamás lo comprenden.
Cuando dejas atrás tus temores te sientes libre.