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Los tres grandes majaderos de la historia hemos sido Jesucristo, Don Quijote... y yo.
Simón Bolívar
El soldado bisoño lo cree todo perdido desde que es derrotado una vez.
Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud.
Compatriotas. Las armas os darán la independencia, las leyes os darán la libertad.
Yo desprecié los grados y distinciones. Aspiraba a un destino más honroso: derramar mi sangre por la libertad de mi patria.
Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral.
Oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; el segundo está corrompido por sí mismo. El alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad: se enfurece en los tumultos o se humilla en las cadenas.
Los pastusos deben ser aniquilados, y sus mujeres e hijos transportados a otra parte, dando a aquel país una colonia militar. De otro modo Colombia se acordará de los pastusos cuando haya el menor alboroto o embarazo, aún cuando sea de aquí a cien años, porque jamás se olvidarán de nuestros estragos aunque demasiado merecidos.
El castigo más justo es aquel que uno mismo se impone.
Ya que el Nuevo Mundo tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que federarse los diferentes estados.
Juro por Dios, juro por mis padres y juro por mi honor que no descansaré mientras viva hasta que haya liberado a mi patria.
Aborrezco mortalmente el mando porque mis servicios no han sido felices porque mi natural es contrario a la vida sedentaria porque carezco de conocimientos porque estoy cansado y enfermo.
El ajedrez es un juego útil y honesto, indispensable en la educación de la juventud.
¡Que me manden salvar la República y salvo la América entera!
El arte es la verdad, porque crea lo que debe ser.
Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía.
Como amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos.
La enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales es tan esencial como la instrucción.
El hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad.
Sí, al sepulcro... Es lo que me han proporcionado mis conciudadanos... pero los perdono.
Debemos esperar mucho del tiempo, su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los prodigios futuros deben ser superiores a los pretéritos.
La Patria es la América.
La ingratud es el crimen más grande que pueden los hombres atreverse a cometer.
La educación es el fundamento verdadero de la felicidad.
Mi único amor siempre ha sido el de la patria; mi única ambición, su libertad.
Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno, para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al Cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
Contemplaréis afligidos que casi toda la tierra ha sido, y aún es, víctima de sus gobiernos.
La libertad del nuevo mundo, es la esperanza del universo.
Un hombre sin estudio es un hombre incompleto.
El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores.
El título de Libertador es superior a todos los que ha recibido el orgullo humano.
Si la vida son dos días quiero vivirlos contigo y solo contigo.
La bondad es la exclusión de todos los defectos y todas las maldades.
¿Podrá esta nación -España- hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundo, sin manufacturas, sin producciones territoriales, sin artes, sin ciencias, sin política?
Dios concede la victoria a la constancia.
El pueblo debe ser obedecido hasta cuando yerra.
La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad.
No somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores.
Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos.
Los blancos tienen el carácter de los indios, y los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros, todos falsos, sin ningún principio de moral que los guíe.