Imágenes
Cada vez me siento mejor en estas tierras y menos a gusto en el extranjero. Me duele demasiado que nos ignoren, que nos menosprecien, que nos juzguen, sin siquiera darnos la oportunidad de defendernos.
Silvina Bullrich
Dos personas son un mundo y una persona es la mitad de sí mismo. Todas las matemáticas se estrellan contra esa realidad.
No sería quien soy sin haber visto tanto mundo. Llevo en mis retinas los sangrantes Cristos españoles, los Budas inmensos, las ciudades, los bosques y las aldeas, los mares semejantes que llevan a distintos nombres.
Mi ciudad, sus casas, el cementerio de la Recoleta... Sobre todo esto está cimentada mi vida y mi obra. Por Buenos Aires y para Buenos Aires escribo mis memorias. Para toda la Argentina quizás...
Tuve que luchar contra mí misma para no caer en esa anticipación del desamparo y de la desdicha, para volver a ejecutar actos cotidianos, saber que aún vivías y estarías pronto de vuelta en el Jardín Azul.
Fui, en la infancia, terriblemente feliz. Nunca me gustaron las muñecas. Para mis cumpleaños me hacía regalar arcos, flechas, hachas, rifles, cañones, soldados de plomo y esa magnífica carpa de indios que era mi gran orgullo.
Esto está cada vez peor, estamos al borde del caos, espero que alguien se atreva a decirlo... El caos, no hay otra palabra, yo por si acaso, se lo digo confidencialmente, he mandado a EEUU toda mi fortuna, lo poco que tengo, claro está... Por eso yo ni un peso coloco en el país.