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De este yo depende la conciencia; él gobernará los accesos a la motilidad, vale decir: a la descarga de las excitaciones en el mundo exterior.
Sigmund Freud
La tensión entre las exigencias de la conciencia moral y las operaciones del yo es sentida como sentimiento de culpa.
La anatomía es el destino.
Llamamos perversa a una práctica sexual cuando se ha renunciado a la meta de la reproducción y se persigue la ganancia del placer como meta autónoma.
Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.
Y pensar que lo que menos hice en mi vida fue tener sexo.
El narcisismo de las pequeñas diferencias, es la obsesión por diferenciarse de aquello que resulta más familiar y parecido.
Y es que la naturaleza no hace nada en vano, y entre los animales, el hombre es el único que posee la palabra.
Bien ordenadas y en sucesión lógica, se ayudan unas palabras a otras, y la totalidad plena de sentido es fácilmente recordada durante largo tiempo. Lo desprovisto de sentido nos es tan difícil de retener como lo confuso o desordenado.
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente.
Negritum lindum: dícese de la mujer originaria de las pampas. Dulce y hermosa, es, sin embargo, terriblemente celosa y conflictiva. Adora el psicoanálisis, lo cual, desde ya, me honra.
La religión es una ilusión que deriva su fuerza del hecho de que satisface nuestros deseos instintivos.
Los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad.
La más clara prueba de que existe vida inteligente en otros planetas es que aún no han venido a visitarnos.
Mientras más se hacen asequibles al ser humano los frutos del conocimiento más se distribuye el declive de las creencias religiosas.
Ser completamente honrados consigo mismo es un buen ejercicio.
Sigmund Freud... Analize this! Analize this! Analize this-this-this!
No, nuestra ciencia no es una ilusión. Pero sí sería una ilusión suponer que lo que la ciencia no puede darnos lo podemos encontrar en otro lugar.
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Para mi gran asombro, descubrí un día que no era la concepción médica del sueño, sino la popular, medio arraigada aún en la superstición, la más cercana a la verdad.
Si no puedo mover el cielo, agitaré el mundo subterráneo.
No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre.
La represión se contrapone al yo, y se plantea la tarea de cancelar las resistencias que el yo exterioriza a ocuparse de lo reprimido.
Ni en mi vida privada ni en mis escritos jamás he mantenido en secreto el hecho de ser un abierto y completo no-creyente.
Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.
El que ama, se hace humilde. Aquellos que aman, por decirlo de alguna manera, renuncian a una parte de su narcisismo.
La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mi.
El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.
¡Menudo progreso hemos logrado! En la Edad Media, me hubieran quemado. Ahora les basta con quemar mis libros.
Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio.
Contemplar las flores es sedante. No despiertan emociones ni conflictos.
La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer?
¿Quién no conoce la divertida historia del niño caprichoso que despertándose a media noche, grita desde su cama: Quiero el rinoceronte? Un niño más juicioso, en vez de despertarse y alborotar, hubiera soñado que jugaba con el deseado animal.
En todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros, y deseos que no quiere confesarse a sí mismo.
Es muy interesante observar aquí que la opinión popular está en lo justo cuando considera el sueño como predicción del porvenir. En realidad, es el porvenir lo que el sueño nos muestra, más no el porvenir real, sino el que nosotros deseamos.
La verdad al cien por ciento es tan rara como el alcohol al cien por ciento.
Todo chiste, en el fondo, encubre una verdad.
Si quieres vivir, prepárate para morir.
Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.
Nos moriremos todos, pero nuestras obras permanecerán.