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En mayor o menor grado, el contenido de los sueños queda siempre determinado por la personalidad individual, por la edad, el sexo, la posición, el grado de cultura y el género de vida habitual del sujeto, y por los sucesos y enseñanzas de su pasado individual.
Sigmund Freud
Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.
Un buen día, echando la vista atrás, se dará usted cuenta de que estos años de lucha han sido los más hermosos de su vida.
El sueño es la realización disfrazada de un deseo reprimido.
Donde ello era yo allí devendré.
La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
La experiencia confirma nuestra afirmación de que el contenido más frecuente de nuestros sueños se halla constituido por aquellos objetos sobre los que recaen nuestras más ardientes pasiones.
Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad; pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza.
La idea de cariño gratuito es precisamente la que ocupa el primer término entre las que forman el contenido latente del sueño.
Los sentimientos de amor y temor de Dios no tienen su origen en Dios, sino en los seres humanos. Son sentimientos de frustración dirigidos por el hombre a un ser imaginario que pretende que sea su padre.
También la sensación tan frecuente en el sueño de no poder moverse libremente, sirve para representar una contradicción entre impulsos, un conflicto de la voluntad.
Los sueños son segregaciones de pensamientos ahogados en germen.
Ni los demonios ni los dioses existen, son todos productos de las actividades síquicas del hombre.
La edad no protege contra la tontería.
La voz del intelecto es callada, pero no ceja hasta conquistar una audiencia y, en última instancia, después de interminables repudios consigue su objetivo. Es éste uno de los pocos aspectos en los que cabe cierto optimismo sobre el futuro de la humanidad.
Por primera vez el niño debe intercambiar placer por dignidad social.
La transposición así cumplida del libido de objeto en libido narcisista conlleva manifiestamente, una resignación de las metas sexuales, una desexualización y, por lo tanto, una suerte de sublimación.
Las primeras nociones de la sexualidad aparecen en el lactante.
No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo.
No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a donde ir.
Representación de una organización coherente de los procesos anímicos en una persona, y la llamamos su yo.
La función del arte en la sociedad es edificar, reconstruirnos cuando estamos en peligro de derrumbe.
Si quieres poder soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte.
La inmortalidad significa ser amado por mucha gente anónima.
La voz del intelecto es apagada, pero no descansa hasta haber logrado hacerse oír, y siempre termina por conseguirlo, después de ser rechazada infinitas veces.
Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino.
He aquí la gran incógnita que no he podido resolver, a pesar de mis treinta años de investigación sobre el alma femenina: ¿Qué es lo que quiere la mujer?
Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.
Solamente este catolicismo nos salva del nazismo.
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona que la necesidad de sentirse protegido por un padre.
Recordar es el mejor modo de olvidar.
El miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal.
Sería muy simpático que existiera Dios, que hubiese creado el mundo y fuese una benevolente providencia; que existieran un orden moral en el universo y una vida futura; pero es un hecho muy sorprendente el que todo esto sea exactamente lo que nosotros nos sentimos obligados a desear que exista.
Es necesario que haya uno o varios principios y aun, en caso de existir uno sólo, que éste sea inmóvil e inmutable.
En la infancia el clítoris de la niña desempeña enteramente el papel del pene.
El imitar es connatural al hombre.
La civilización está permanentemente amenazada por la desintegración debido a la hostilidad primaria del hombre.
No todo depende de los deseos, pero, aun así, soy de los que han decidido intentar llevar a cabo sus deseos.
Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño.