Imágenes
Todo gran trabajo es preparado cómo para que suceda como un accidente.
Sidney Lumet
Si cuento con dos estrellas de cine en la película que estoy haciendo, siempre sé que en realidad cuento con tres. La tercera es la cámara.
No permitas que las dificultades que tuviste que superar para lograr un plano te hagan pensar que es bueno. Nadie del público sabrá nunca, en la película definitiva, que te llevó tres días iluminarlo, o que necesitaste diez personas para mover la cámara, las paredes o lo que sea.
El equipo de una película funciona de modo muy parecido a una orquesta: la suma de varias armonías puede cambiar, prolongar y clarificar la naturaleza del tema.
Estilo: el modo en que cuentas una historia concreta. Tras la primera decisión crítica (¿De qué trata la historia?) viene la segunda decisión más importante: Ahora que sé de qué trata, ¿cómo la cuento?
Quienquiera que haga una película tiene derecho a su propia interpretación. He amado y admirado un montón de películas que sentía que trataban de algo distinto a lo que yo estaba viendo.
Para algunas cosas disponemos de un talento natural; otras hay que aprenderlas. Algunas cosas, sencillamente, somos incapaces de hacerlas.
Para cualquier director con un poco de lucidez, las películas son obras maestras que vienen a nosotros por accidente.
Un buen trabajo requiere pasión. No puedo autoconvencerme de que soy objetivo. No lo soy. Como un guardameta que observa la pelota acercándose a su portería, rezo mientras se desarrolla la jugada. Quiero que funcione. Pero debo tener mucho cuidado mientras observo. ¿Cómo mantener la pasión y juzgar al mismo tiempo con realismo si he logrado lo que buscaba?
No sé de qué trata mi vida ni quiero saberlo. Mi vida se define a sí misma cuando la vivo. Las películas se definirán a sí mismas cuando las haga.