Imágenes
¿Por qué me enfado cuando alguien me critica y me alegro cuando me alaba? Tanto las criticas como las alabanzas son meras palabras vacías, como un eco en una cueva.
Shantideva
Debo prepararme para cualquier actividad pensando: Mi cuerpo y mi mente han de conservar la serenidad, y de vez en cuando he de analizar con detenimiento lo que estoy haciendo.
¿Cómo voy a ser feliz mientras estos guardianes de la prisión del samsara que me torturan y atormentan en los infiernos y en otros lugares permanecen en mi mente en la red del apego?
Ningún enemigo puede permanecer durante tanto tiempo como el persistente adversario de las perturbaciones mentales, que carece de principio y de fin.
Mientras su mal madura en mí, pueda toda mi virtud madurar en ellos.
Los enemigos como el odio y el apego carecen de piernas, brazos y demás miembros, y no tienen coraje ni habilidad, ¿cómo, entonces, han conseguido convertirme en su esclavo?.
Si guardo dolorosos sentimientos de odio, no disfrutaré de paz interior ni encontraré alegría ni felicidad, estaré inquieto y seré incapaz de dormir.
E incluso si tu enemigo sufriera como deseas, ¿Cómo te beneficiaría a ti? Si me respondes: por lo menos, me sentiría satisfecho, ¿Existe, acaso, mente más infame que esta?
Por lo tanto, no descansaré en mis esfuerzos hasta destruir a mis enemigos de manera total y definitiva.
Aquellos que me hacen sufrir son como Budas que me conceden bendiciones. Puesto que me conducen por el camino de la liberación, ¿Por qué voy a enfadarme con ellos?
Voy a considerar mi cuerpo como una barca, un vehículo para ir y venir, y para que todos los seres sintientes disfruten de bienestar, lo transformaré en una joya iluminada que colma todos los deseos.
Al igual que lo que experimento en un sueño, todo aquello de lo que disfruto ahora se convertirá en un vago recuerdo, puesto que lo que ya ha sucedido nunca volverá.
¿Cómo puedo permanecer en el samsara alegremente y sin temores, cuando estoy dispuesto a reservar en mi corazón un lugar para estos interminables y persistentes enemigos, que son la causa de que aumente todo lo que me perjudica?
Aunque los seres sintientes desean liberarse del sufrimiento, no dejan de crear sus causas, y aunque desean la felicidad, debido a su ignorancia la destruyen como si fuera su enemigo.
Toda la dicha que hay en este mundo, toda, proviene de desear que los demás sean felices; y todo el sufrimiento que hay en este mundo, todo, proviene de desear ser feliz yo.
Pero el poderoso enemigo de las perturbaciones mentales en un solo instante puede condenarme a ese lugar donde hasta las cenizas del Monte Meru serán consumidas sin dejar rastro alguno.
Si una persona se despertase de un sueño en el que ha disfrutado de cien años de felicidad, y otra se despertase de otro en el que ha disfrutad de felicidad durante un solo momento, una vez despiertas, las dos se encontrarían en la misma situación, puesto que ninguna podría recuperar su felicidad. Del mismo modo, tanto si nuestra vida es larga o corta, al morir todo terminará igual.
Al igual que aquello que padecen una enfermedad no tienen fuerzas para realizar ningún trabajo físico, aquello cuyas mentes están aturdidas por la confusión tampoco las tienen para realizar ninguna acción virtuosa.
Mientras moran en mi mente me perjudican a su antojo y yo, sin enfadarme, los tolero con paciencia cuando en realidad no debería ser paciente con ellos.
Si tiene solución, entonces no hay de qué preocuparse; si no tiene solución, no tiene caso lamentarse.
Me retiraré a un comentario y meditaré sobre la impermanencia de mi cuerpo pensando que en realidad no es diferente de un cadáver, puesto que ambos se descomponen a cada momento.
Aunque todos los dioses y los que no lo son se sublevaran contra mí declarándose mis enemigos, no podrían llevarme al más profundo de los infiernos ni arrojarme en él.