Imágenes
El galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay, fuera de ellas, otro premio digno.
Séneca
El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza.
Tanto más crece el esfuerzo, cuanto más consideramos la grandeza de lo emprendido.
Vive con los hombres como si Dios te viera; conversa con Dios como si los hombres te oyeran.
Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho.
Las cosas que mucho suben, al mejor tiempo caen.
Alguna cosa sucede bien al que muchas prueba.
Necesitamos la vida entera para aprender a vivir, y también, cosa sorprendente, para aprender a morir.
En ninguno es la ira más peligrosa que en el que a otros castiga.
Curioso es naturalmente nuestro ingenio.
El joven debe aprender. El viejo, aprovechar lo aprendido.
Obededecer a Dios es Libertad.
¿Hay cosa más torpe que un anciano que comienza a vivir?
Quien no ha recibido un mordisco en el corazón no sabe lo que es la vida.
De los males posibles, ninguno peor que la opinión del vulgo.
Mejor se guarda lo que con trabajo se gana.
Para ser feliz hay que vivir en guerra con las propias pasiones y en paz con las de los demás.
La pobreza se ve obligada a tentar todos los caminos.
Acógete al estudio y escaparás a todos los sinsabores de la vida.
Si quieres que te estén sometidas todas las cosas, somételas a la razón.
El valor es siempre ambicioso de peligros.
A vivir se aprende toda la vida, y toda la vida se ha de aprender a morir.
La ira, si no es refrenada, es frecuentemente más dañina para nosotros que la injuria que la provoca.
Languidece la virtud sin adversarios.
Nadie tuvo tan propicios a los dioses que pudiera prometerse un mañana.
¿Quién ha tenido jamás valor para decirse la verdad? ¿Quién no se ha adulado a sí mismo cuando los demás le han alabado? Miramos con demasiada afición todo cuanto nos rodea y el favor que nos hacemos impide que nos juzgue¬mos con rectitud.
Una discusión prolongada es un laberinto en el que la verdad siempre se pierde.
El que es prudente es moderado; el que es moderado es constante; el que es constante es imperturbable; el que es imperturbable vive sin tristeza; el que vive in tristeza es feliz; luego el prudente es feliz.
Nada nos proporciona dignidad tan respetable, ni independencia tan importante como el no gastar más de lo que ganamos.
El temor a la guerra es peor que la guerra misma.
El camino más breve para las riquezas es el desprecio de las riquezas.
En cualquier cosa que hagas, ten presente la muerte.
Miéntese muchas veces solamente por costumbre.
El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere.
Morir más temprano o más tarde es cosa de poca importancia; lo que importa es morir bien o mal. Morir bien, por otra parte, es huir del peligro de vivir mal.
Nunca falta al avariento razón para negar.
Si el alma es la enferma, lo mismo da que se encuentre rodeada de riquezas o en la pobreza, porque su mal la seguirá a todas partes.
El fin de un trabajo es principio de otro.
Un hombre bueno no puede carecer de Dios.
Sepultura es de ingenios la sensualidad.