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Gran recomendación tiene un rostro hermoso.
Séneca
Mal consuelo es tener compañeros de desgracia.
Aquel a quien es fácil morir, nunca es desgraciado.
El sabio nunca carecerá de alegría pues ella nacerá de sus propias virtudes.
Nuestra naturaleza está en la acción. El reposo presagia la muerte.
Con gran peligro se guarda lo que a muchos agrada.
La verdadera bondad es invencible porque no se cansa.
Todos recomendamos la virtud que nos es propia, y reprendemos el vicio en que hemos caído.
El buen suceso disculpa la temeridad.
Más vale conocer cosas inútiles que no saber nada.
Haz pues mi querido Lucilio lo que dices que tú mismo me dices que haces: agárrate a las horas con ambas manos. Dependerás menos del día de mañana si tuvieses bien asido el de hoy.
Nadie incurre en delito empujado por el destino.
Estar en ocio muy prolongado, no es reposo, sino pereza.
El artista encuentra un mayor placer en pintar que en contemplar empre un poco de locura.
Vive con tus inferiores de la manera que quisieras que tus superiores vivieran contigo.
La dignidad crece más fácilmente que comienza.
Desde todas partes hay la misma distancia a las estrellas.
Es pasajera la felicidad de todos esos que ves caminar con arrogancia.
Los vicios declarados, lo mismo que las enfermedades, son más leves.
El conocimiento del vicio es principio de virtud.
Lo que opinas de ti mismo es mucho más pertinente que lo que los demás opinan de ti.
Con el fuego se prueba el oro. Con las desgracias, los grandes corazones.
El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente.
Aquel a quien el crimen es beneficioso es el que lo ha cometido.
La vida no es el bien ni el mal, sino simplemente el escenario del bien y del mal.
Las costumbres de los filósofos no están conformes con sus preceptos; pero si no viven como enseñan, enseñan cómo se debe vivir.
Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida.
A la opinión y fama démosles su lugar debido; que no pretendan guiarnos, sino que nos sigan.
La razón trata de decidir lo que es justo. La cólera trata de que sea justo todo lo que ella ha decidido.
Nada recupera y conforta tanto a un enfermo como el afecto de los amigos.
Las injurias y los beneficios penden de la voluntad.
Cuando es bien empleada, la vida es suficientemente larga.
El favor que se entretiene demasiado en las manos del dador es poco de agradecer.
Desterremos de nuestro espíritu toda sospecha, toda maliciosaconjetura, fuente de injustificadas cóleras. De lo contrario, no faltarán pretextos para nuestras cavilaciones; veamos las cosas con simplicidad y juzguémoslas benignamente.
Es preciso que vivas para otro si quieres vivir para ti.
Al que manda con dulzura se le obedece con mejor voluntad.
No hay cosa que más pronto torne a sí, que el amor.
La llaga del amor, quien la sana, la hace.
A quien mira lo ajeno, lo suyo propio no le contenta.
Honrosa es la alegre pobreza.
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