Imágenes
Ama como que has de aborrecer, y aborrece como que has de amar.
Séneca
Considera como una gran empresa el ser siempre el mismo hombre.
No hay servidumbre más vergonzosa que la voluntaria.
Tenemos los vicios ajenos delante de los ojos y los propios a la espalda.
Es digno de alabanza el hacer, no lo que es lícito, sino lo que es nuestro deber.
Nadie ha conservado jamás largo tiempo un poder ejercido con la violencia.
Consuelo es en las grandes desgracias el que no pueda sobrevenir otra mayor.
Nadie debe prometerse nada del futuro.
Los hombres, cuando enseñan, aprenden.
¡Qué importa saber qué es una línea recta si no se sabe lo que es la rectitud!
¡Cuánto se parece la adulación a la amistad!
Nadie es desgraciado sino por su propia culpa.
Verdaderamente, el azar tiene mucho poder sobre nosotros, puesto que, si vivimos, es por azar.
Antes de ofrecer debemos detenernos, pero después de haber ofrecido, cumplirlo.
La avaricia arrebata a los demás lo que se niega a sí misma.
La aflicción de nuestros amigos nos induce a amarlos más.
El que decide un caso sin oír a la otra parte, aunque decida justamente no puede ser considerado justo.
La filosofía es a la vez saludable y sabrosa.
Aunque avergüence decirlo, sólo pensamos en la virtud cuando no tenemos otra cosa que hacer.
Errar es humano; pero perseverar es diabólico.
Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía cuenta con la recompensa.
Para grandes cosas mucho tiempo se requiere.
Desdichado es el que por tal se tiene.
De las honras y las deshonras que vengan del vulgo, haz la misma cuenta; note entristezcas por éstas ni te alegres por aquéllas.
El principio de la salvación es la advertencia del pecado.
El mayor vicio es cambiar de vicios.
Mejor es hacer a otros herederos, que buscar a quien heredar.
La parte de vuestro cuerpo más sana es la que más se ejercita.
Para poco ha nacido quien aguarda el reconocimiento de sus contemporáneos.
Los placeres aun después de haber pasado recrean.
El Destino guía a quien de grado le sigue; al díscolo lo arrastra.
Mal se agradece lo que mal se dio.
Débil y cobarde es quien muere porque sufre, necio quien vive para sufrir.
Quien es esclavo de su cuerpo, no es verdaderamente libre.
Una cosa es amar la sabiduría y otra haberla conseguido.
Amor de mujer casta, perpetuo es.
Hasta la muerte huye de los desgraciados.
El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el ánimo con que se da ose hace... La voluntad es la que da valor a las cosas pequeñas.
¿Hay algo más necio que no aprender por no haber aprendido antes?
El que teme demasiado a los odios ajenos, no es apto para gobernar.