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El marxismo se funda en el análisis concreto de la realidad concreta. O eso, o es pura ideología, en el sentido peyorativo del término, que prescinde de la realidad y se convierte en algo que ya no es marxismo.
Santiago Carrillo
En cambio hoy el Estado aparece, cada vez más claramente, como el Estado gestor en todos los terrenos, y particularmente en el de la economía.
Las relaciones de poducción nos dicen el carrácter de una sociedad, de un régimen social,: Pero más allá de las relaciones de producción formales, la última verdad sobre su contenido reside tambíen en el desarrollo concreto de los medios de producción, de las fuerzas productivas.
Lo que es totalmente infecundo en política es querer mantener la virginidad, porque si te aislas y te reduces, te vas hundiendo poco a poco y ya puedes defender las cosas más extraordinarias pero nunca podrás triunfar.
La familia va dejando de ser la célula que reproduce casi automáticamente las relaciones sociales tradicionales.
No sé si quedará algún trasnochado.
La noche del 23-F me dije: Has tenido mucha suerte porque has llegado hasta 1981. ¡Cuántos amigos han quedado en el camino!
En esencia, la posición de Marx, Engels y Lenin sobre el Estado define a éste como un instrumento de dominación de una clase sobre otras, subrayando particularmente su carácter coercitivo.
La superación de las diferencias sociales seguirá un proceso natural, no será consecuencia de medidas coercitivas, sino del desarrollo de las fuerzas productivas y de los servicios sociales, de forma que a través de un proceso gradual, favorecido por la educación, todos los sectores de la población vayan integrándose en el colectivo social.
Pensó en hacerse maestra y acabó siéndolo de millones de seres.
La vida es una lucha constante en la que eres martillo o yunque. Y muchas veces eres yunque sin saber por qué lo eres.
La esencia profunda de ese Estado, según el resumen del profesor Burdeau, es la colonización del Estado por la técnica, el despotismo de la técnica, que le dicta sus objetivos y saca los problemas del terreno de la política y de la lucha social para colocarlos únicamente en el aséptico, aclasista y funcional de los dictados del desarrollo tecnológico.
La contradicción entre el mundo rico y el mundo pobre marcará la política del siglo XXI y puede engendrar una III Guerra Mundial.
Mientras no elaboremos una concepción sólida sobre la posibilidad de democratizar el aparato de Estado capitalista, transformándole así en una herramienta válida para construir una sociedad socialista, sin necesidad de destruirle radicalmente, por la fuerza, o bien se nos acusará de tacticismo, o bien se nos identificará con la socialdemocracia.
Stalin, que se decía continuador de Lenin, revisó y anuló tranquilamente, con la aprobación del PCUS, tésis enunciadas por Lenin. Kruschev no se limitó a revisar, sino que condenó - y con razón- prácticas e ideas de Stalin, con la aprobación del XX y el XXII Congresos.
Una de las grandes tareas históricas actuales para la conquista del poder del Estado por las fuerzas socialistas es la lucha determinada, resuelta, inteligente para volver contra las clases que están en el poder el arma de la ideología, los aparatos ideológicos.
El PSOE era el último seguro frente al peligro comunista. Estados Unidos y Alemania Federal vigilaban atentamente la Transición y hasta el gobierno soviético de Breznev buscaba el fracaso de un PCE celoso de su autonomía.
Hasta donde sabemos ninguna clase en forma duradera mantener el Poder del Estado sin ejercer al mismo tiempo su hegemonía sobre y en los aparatos ideológicos de Estado.
Hoy creo en todo lo que creía a los veinte años y tengo, también en esencia, las mismas ilusiones de entonces, pienso que con mayor fundamento todavía. Me producen pena y decepción los que las han perdido.
El capitalismo puede llegar a destruir a la especie humana.
Fumo porque escribo mucho y no sé hacerlo sin tener el tabaco a mano.
En las condiciones presentes, la única vía hacia el cambio del aparato ideológico-político que sostiene al régimen capitalista es la creación de una nueva correlación de fuerzas por el camino de la lucha política, social y cultural.
Lo que me ha hecho comprender mejor a los demás, incluso a mis camaradas, es tener hijos.
Se sabe que nos proponemos cambiar el sistema social, puesto que no hacemos misterio de ello.
Los que piden un desarrollo pluralístico y parlamentario, por ejemplo para Vietnam, Laos y otras zonas del Tercer Mundo, en dónde historicamente no han existido jamás esas instituciones, ladran a la Luna.
Sobre la legalización del PCE: el Rey y Adolfo Suárez intuyeron que era un factor político esencial para la Transición y tuvieron un acto de coraje porque la decisión les enfrentaba con los generales del Ejército y con la extrema derecha.
El movimiento de mayo y junio del 68 en Francia, con sus aspectos confusos y anárquicos y su inconclusión, no dejó de contribuir a poner de manifiesto los rasgos de debilididad de ese Estado, tras su aparente omnipotencia.
Conviene subrayar que la crisis de la Iglesia como aparato ideológico capitalista, no significa obligatoriamente crisis de la fe cristiana. En ciertos casos puede suponer, por el contrario, una especie de florecimiento de esa fe.
Pero la crítica seria sólo puede, en definitiva, fortalecer al socialismo y contribuir a su desarrollo.
En la política el arrepentimiento no existe. Uno se equivoca o acierta, pero no cabe el arrepentimiento.
Soy uno de los que más suerte han tenido de mi generación. Mis amigos de juventud, si excluimos a López Raimundo, han muerto todos. Y los poquísimos que viven están más estropeados.
El planeta en el que vivimos se nos ha hecho pequeño y con las nuevas tecnologías, que evolucionan a una velocidad enorme, se puede conseguir ser más feliz, pero si se utilizan inadecuadamente también se puede destruir y disminuir esa felicidad.
Las revoluciones proletarias se revisan a sí mismas, y los revolucionarios también.
El desarrollo de la tecnología pone en crisis el principio mismo de la empresa privada, pues sólo unas cuantas gigantes están en condiciones de disponer de las inmensas sumas de capital necesarias para utilizar dicha tecnología.
Si dentro de 30 años no tenemos dos jóvenes trabajando para mantener a un jubilado, habrá ocurrido una catástrofe o habrá robots que lo hagan.
La coexistencia de formas de propiedad pública y privada significa aceptar la producción de plusvalía, y la apropiación privada de una parte de ésta, es decir, la existencia de un sistema mixto.
Ser secretario de un partido comunista era ser Luzbel. Tenía que comenzar los primeros mítines diciendo que no tenía ni rabo ni cuernos.
La crispación española debe mucho, por desgracia, a tener una Iglesia muy de derechas, muy nacionalcatólica, muy distinta a la Iglesia de otros países.
Si valoramos ampliamente el papel, en último extremo decisivo, de los aparatos ideológicos del Estado capitalista, se infiere que darles la vuelta, no obstaculizando sino favoreciendo los procesos en curso, es una parte capital de toda estrategia revolucionaria moderna.
Con la revolución de Octubre en la URSS fue destruido un tipo de Estado; pero en su lugar ha surgido un Estado mucho más perfeccionado, es decir, mucho más potente, más organizado, con poderosos instrumentos de control que hablando en nombre de la sociedad se encuentra situado también por encima de ella.