Imágenes
En todas las sentencias intencionadas tiene que sacrificarse algo de exactitud en aras de la concisión.
Samuel Johnson
El patriotismo es el último refugio de los canallas.
El espíritu esforzado y profundo es aquel que puede abarcar igualmente lo grande y lo pequeño.
El aplauso de una sola persona trae grandes consecuencias.
Los buenos vestidos no sirven más que para suplir la falta de otros medios de ganarse el respeto ajeno.
El verdadero amigo de su patria se apresta a manifestar sus temores y dar la voz de alerta en cuanto detecta lainminencia de una amenaza.
El amor propio es más arrogante que ciego; no nos oculta nuestros defectos, pero nos convence de que éstos escapan a los ojos de los demás.
Se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón.
El hombre que se deja absorber por asuntoslejanos y superfluos pierde su vida haciendo preguntas que carecen de respuesta y planteándose enigmas cuya solución contribuiría escasamente al progreso de la felicidad.
Hay una terrible circunstancia que distingue a la calumnia de otros daños: el que la inflinge no puede nunca repararla.
La conversación entre viejos y jóvenes termina, generalmente, con el desprecio o la piedad mutuas.
El conocimiento es de dos clases: o conocemos el asunto por nosotros mismos, o sabemos dónde podemos encontrar noticias sobre el mismo.
El gran manantial del placer es la variedad.
Podéis observar que soy bien educado hasta llegar a un grado de escrupulosidad innecesaria.
El poder del gobierno legítimo ha de ser defendido, y las desgracias desatadas por las rebeliones han de imputarse únicamente a los rebeldes.
Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.
Donde la esperanza no existe, no puede existir el esfuerzo.
La curiosidad es una de las más permanentes y seguras características de una vigorosa inteligencia.
Ninguno, imitando a otros, llegó a ser auténticamente grande... y dejó de ser él.
Todo predominio de la fantasía: sobre la razón constituye un grade de locura.
Todos los hombres tienen una secreta ambición de aparecer grandes en el pueblo donde han nacido.
Es una reflexión penosa para un hombre considerar lo que ha hecho, comparado con lo que debió hacer.
La prudencia guarda en seguridad a la vida, pero pocas veces la hace dichosa.
Vuestros niveladores quieren rebajarnos al nivel suyo; pero no elevarnos a su mismo nivel.
Si los males no pueden evitarse, es de sabios reducir el intervalo de espera; estar conscientes, nada más, de cuáles serán los sufrimientos que pueden alcanzarnos si intentamos emprender el vuelo; y sufrir únicamente su daño real sin los conflictos anticipados de la duda y la angustia.
La gloriamáxima de un pueblo proviene de sus escritores.
El mérito principal del hombre consiste en resistir a los impulsos de su naturaleza.
No debemos sentir pesar por lo que no puede ser reparado.
Ordinariamente, el hombre que se casa sólo por amor es una persona de débil carácter.
El gran negocio de este mundo consiste en crearse nuevas necesidades en cuanto se han satisfecho las viejas.
El lenguaje es el vestido de los pensamientos.
El conocimiento puede ser de dos especies: o bien conocemos un tema nosotros mismos, o bien sabemos donde encontrar información sobre él.
Aquel que espera una gran acción de bondad al menos una vez, nunca hará nada. La vida está hecha de pequeñas cosas. La verdadera grandeza consiste en ser grandioso en las pequeñas cosas.
Toda vida tiene algo de provecho.
La esperanza es en sí una especie de felicidad y tal vez, la máxima felicidad que se puede obtener en este mundo.
El que aguarda para hacer mucho de una sola vez, nunca hará nada.
No hay cambios, ni aun de lo peor a lo mejor, sin inconvenientes.
La pereza y la pobreza han sido siempre reprochables; por eso, cada cual procura lo mejor que puede ocultar su pobreza de los ojos ajenos y su pereza de los propios.
La encantadora elegancia de la amistad femenina.
Es muy extraño y muy tristepensar que la escasez de placeres de esta vida nos haya persuadido a considerar como uno de ellos a la caza.