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Si los que hablan mal de mi supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, aun hablarian peor.
Sacha Guitry
Flirtear es el arte de hacer caer a una mujer en tus brazos sin caer tú en sus manos.
Jamás hacen el amor el sábado por la noche. Pues, si llovería el domingo, ya no sabrían que hacer.
La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que el inteligente se repone fácilmente de sus fracasos, mientras que el tonto jamás logra reponerse de sus éxitos.
Si la mujer fuera buena, Dios tendría una.
Mirad el dinero por encima del hombro, pero jamás lo perdáis de vista.
El silencio después de Mozart, también es Mozart.
A veces estoy tan cansado que bostezo mientras duermo.
Lo poco que sé es fruto de mi ignorancia.
Cuando se dice que el dinero no hace la felicidad, se alude, evidentemente, al de los demás.
Me anuncian la muerte de uno cuya presencia no me entusiasmaba y pienso: yo no pedía tanto.
El secreto de un matrimonio feliz es perdonarse mutuamente el haberse casado.
Nunca se debe mirar a una persona que duerme. Es como sí abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros.
Vida: conjunto de pequeños dramas que, todos juntos, no constituyen más que una comedia.
Las mujeres hablan hasta que tienen algo que decir.
¡Dios mío, qué guapa estabas esta tarde cuando hablamos por teléfono!.
Hay personas que hablan y hablan... hasta que encuentran algo que decir.
Escuela: lugar dónde los niños aprenden lo que es necesario saber para convertirse en maestro.
Si alguno os quiere robar la esposa, la mejor forma de vengaros de él es dejar que se la lleve.
¡Por fin voy a vivir solo! y, enseguida, me pregunto con quien.
No se es rico cuando se tiene dinero, sino cuando se lo gasta.
Nada me distrae, nada me divierte. Y lo que no me apasiona, me aburre.
Definitivamente habrá que rendirse a la evidencia de que este mundo está loco.