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Pueden prohibir muchas cosas, las palabras no se matan, prohibido olvidar.
Rodrigo Bueno
Yo vengo de donde nace el tonito cordobés, de ahí vengo. De Córdoba capital.
Creo que las cosas te tienen que pasar así, a temprana edad porque después por mas que tengas una vocación o quieras ejercer algo creo que cuesta mas, la caradurez y todo ese tipo de cosas no me lo hicieron pasar tan mal como, si a lo mejor pienso, hubiera empezado cinco años después.
Córdoba en este momento esta muy enojada conmigo, el año pasado toque allá, llenamos muchos lugares, pero por una cuestión de respeto a la mona, reconozco que Córdoba es de el. Y ahora soy yo el que no tiene ganas de volver a tocar allá. Un día los cordobeses se van a dar cuenta de que se equivocaron conmigo.
Yo no peleé por difundir el cuarteto para llegar a esto de no poder salir a la calle. Yo peleé porque tenía que pelear por el cuarteto, por la música que hago y porque lo amo con toda mi vida, pero me gustaría que por intermedio de una cámara o algo así que, en serio, es muy feo que cuando uno está, que el poco tiempo que tengo para estar con las personas que quiero, me lo quiten.
Agradezco infinitamente a todos los que dejaron la vida por esta música y no me alcanzara la vida para agradecer a todo aquel que nunca la deje de escuchar.
No hay que hacerse problema ante la vida, total... nadie sale vivo de ella.
Me gustaría que me recuerden como uno de los que defendió la música de Córdoba, la música del cuarteto.
Hoy puedo quedarme tranquilo porque sé que no me muero mas, sé que voy a estar en cada canción, en la gente, en la cabeza de ellos, en todo, o sea, hoy esto está vivo por siempre, for ever.
El día que la gente tenga ganas de escucharme y de sentirme cerca, va a poder poner un compact y listo... Allí estaré... En realidad, pase lo que pase, mi música y yo siempre estaremos.
Creo que no soy un buen cantante, pero cuento historias. Hago partícipe a la gente de mis canciones. Tampoco hablo banalidades. Quiero dejar un mensaje, transmitir el testimonio de las personas para que se conozca su historia. Soy un tipo que está atento a lo que pasa. Hablo de temas tabúes y que nadie se anima a contar.
Tres años tenía, a ese micrófono que a lo mejor no escucha pero siente, le agradezco mucho porque sabía que lo iba a respetar toda la vida.
El día que tenga una hija, ese va a ser el gran amor de mi vida, una hija...
El éxito y la dicha de estar arriba de un escenario cantando que es lo mejor que se hacer... eso, eso me lo llevo yo.
A un ser humano se lo ayuda, se lo apoya, no se lo destruye ni se lo mata, no le enseñen eso a sus hijos, no le enseñen eso a sus hijos, Dios no castiga, Dios perdona loco, no somos quien para juzgar a nadie.
Si no es arriba del escenario, es dentro del trabajo, me gustaría morirme de esa forma. Lo único que le pido a Dios es que no se lastime nadie.
Para la vida y para muchas cosas de la vida, no podes estar preparado, lo importante es que te pasen las cosas y saber superarlas a esas cosas... Aparte creo en la vida uno esta para eso, hay que saber llevar la cruz.
Me hace muy feliz el afecto de mi gente, adoro alegrar con un poco de música a tantos corazones con buena onda.
Lo que más quiero es difundir el cuarteto por el resto del mundo. Canciones mías fueron editadas en España, y hace poco fui a Brasil y los brasileños me reconocían. Esto jamás paso con la música del cuarteto. Por eso digo que en este rubro soy el campeón.
Cristo me empuja para levantarme y estar arriba de un escenario. Llegaré hasta donde Dios me deje.
Dice la vida, dicen los diarios que los músicos dejan la vida encima del escenario.
El día que abandone todo, me muero. Sin esto no podría vivir. Aunque mi lugar preferido para instalarme es Córdoba, donde vivo desde siempre.
Todo trabajo, todo tiene su precio... no solamente que elegí hacer esto sino que es lo único que mas o menos bien sé hacer y me gustaría o quisiera hacerlo hasta el día de mi muerte.
Vamos con dispacidad y calmancia que la apurancia lleva a la confundencia.